Las fiestas de San Esteban de Bera comenzaron este viernes por todo lo alto. En esta ocasión, los encargados de dar inicio a las celebraciones fueron los representantes de la comparsa de gigantes de la localidad. Con este gesto, se quiso homenajear y agradecer la aportación que han realizado al pueblo de Bera durante todos estos años.

Así, a las 12:00 en punto, Ángel García de Dios e Irati Lazkano fueron los encargados de lanzar el chupinazo. Desde el balcón del Ayuntamiento, Irati Lazkano, la representante más joven de la actual comparsa de adultos, se dirigió a una abarrotada plaza para recordar a las personas presentes que “los gigantes son beratarras, nacidos del pueblo. Sin fiestas no hay gigantes y sin gigantes no hay fiestas”. Añadió, también, que “para que los gigantes sigan bailando en las calles”, es necesario el compromiso de la gente, y lanzó un mensaje para que se animen a bailar junto a ellos. Por último, concluyó deseando a todos y todas las beratarras que disfruten de unas “fiestas gigantes”.

Seguidamente, Ángel García de Dios encendió la mecha del cohete en representación de los antiguos miembros de la comparsa, recordando a las “personas ausentes” y haciendo hincapié en el mensaje de que “en fiestas: sí es sí y no es no”. A partir de ese momento, la música de la charanga Incansables comenzó a animar la plaza, donde los más jóvenes celebraban con entusiasmo el inicio de las festividades.

Por su parte, Xabier Alzuri, miembro de la comparsa, manifestaba sus deseos para este día tan especial. “Intentaremos disfrutar de este día, que todo salga bien, que sea bonito y que todos vayamos a una” decía. Actualmente, explicaba, “la comparsa la componen unos 15 adultos, tres jóvenes de entre 13 y 16 años y una decena de txikis”.

Tras la explosión de la fiesta, llegó el momento de sacar a bailar a los gigantes. Este año, como novedad, fueron un total de ocho gigantes los que llenaron la plaza con sus danzas. Además de los cuatro ya conocidos, se presentaron dos nuevos gigantes más pequeños, que fueron llevados por los miembros más jóvenes de la comparsa. Por otro lado, también se sacaron otros dos gigantes que han sido restaurados para estas fechas.

“Se ha hecho lo que se ha podido con el tiempo que teníamos, y los txikis han podido aprenderse dos bailes” comentaba Xabier Alzuri con la esperanza de poder ir mejorando poco a poco, aunque consciente de que “para sacar tantos gigantes se necesita mucha gente y muchas ganas”.

Siguiendo con las novedades, este viernes también se estrenó la canción Berako bestak, compuesta por el lesakarra Xabier Maritxalar expresamente para ser interpretada el 2 de agosto.

Así, mientras Baztango gaitariak, Ezpelur y gaiteros de Bera hacían sonar esta melodía, los ocho gigantes salían de los bajos del Ayuntamiento para colocarse en el centro de la plaza y bailar ante su entregado público.

A su vez, Aitor Elexpuru, alcalde de Bera, deseaba que “la gente haga fiesta, que todo salga bien, con mucha alegría, pero con mucho respeto”. Con ganas y nervios, tras “unos días muy movidos”, opinaba que ahora es el momento de disfrutar.

Por último, para finalizar con la mañana en la que los gigantes fueron sin duda los grandes protagonistas y después de realizar tres bailes en la plaza, la comparsa, acompañada por los músicos, realizó un pasacalles que culminó en la plaza de Altzate.

Recuerdo a “los olvidados”

Media hora antes del chupinazo tuvo lugar el ya tradicional homenaje a “los olvidados”. El emotivo acto comenzó con Nahia Senper y Amaia Monasterio tocando la txalaparta.

Seguidamente, Jon Abril recordó lo sucedido el 2 de agosto de 1936, cuando, hace 88 años, “numerosos beratarras fueron traídos forzosamente a la plaza y expulsados del pueblo por no estar de acuerdo con las ideas de los fascistas”.

“Muchos exiliados o expulsados por la guerra sufrieron, además, la represión de la Segunda Guerra Mundial y terminaron en campos de concentración de Francia y Alemania. El acto de hoy es un homenaje a todos ellos” continuó.

Después, un grupo de alumnos de Labiaga Ikastola formado por Izaro Zelaieta, Ekhiotz Iratzoki, Lizar Fernandez, Enara Dagerre, Lexuri Iparragirre, Joane Iantzi, Leire Ruiz y Jare Maia cantó unos bertsos antes de que el alcalde Aitor Elexpuru recordase a los beratarras que acabaron en diferentes campos de concentración: Eugenio Alli Ferrero, quien estuvo preso en el campo de concentración de Buchenwald y fue liberado en abril de 1945; Antonio Clemente, del que solo se sabe que estuvo en Buchenwald; Jose Rubio Delgado, que tras su paso por el campo de Mauthausen, desapareció cuando estaba siendo trasladado al campo de concentración de Dachau en un camión; Francisca Usandizaga, asesinada en el campo de concentración de Rabensbrück; Victor Garcia-Serrano Retegi, desaparecido en el campo de concentración de Nauengamm en 1945 e Isidoro Fagoaga, Faustino Alli Ferrero, Tomas Apat Telletxea, Severo Apat Telletxea, Saturnino Garbala Ardanaz, Eugenio Garcia de la Lastra, Jose Garcia Fernandez, Francisco Jauregi Telletxea, Jose Sanchez Telletxea, Jesus Telletxea Ordoki y Juan Vallejo Corrales, que fueron prisioneros en el campo de concentración de Gurs en Bearne.

Tras esto, las jóvenes dantzaris Leire Ruiz, Lexuri Iparragirre, Enara Dagerre, Joane Iantzi y Jare Maia bailaron un aurresku que acompañó Naroa Otamendi con su txistu y por último, para concluir este emotivo acto de recuerdo y homenaje, el cantautor beratarra conocido como Petti interpretó su canción Errurik gabeko habia mientras tenía lugar la ofrenda floral bajo la escultura de Mikel Iriarte Antxorena ubicada en la plaza del Ayuntamiento en recuerdo de los olvidados.