- La Dirección General de Turismo, Comercio y Consumo del Gobierno de Navarra ha venido detectando, a través de sus planes de inspección puestos en marcha en 2017, un total de 351 apartamentos turísticos ilegales solo en Pamplona, y una amplía mayoría, 81 de ellos, se ubicaban en el Casco Viejo de la capital.

Los datos han sido facilitados recientemente por el área de Gobierno Estratégico, Comercio y Turismo del Ayuntamiento de Pamplona a los grupos municipales de la oposición y ponen de relevancia la altísima oferta ilegal turística registrada en Pamplona, contra la que ya se empezó a actuar en la legislatura pasada. Al Casco Viejo le siguen barrios como los Ensanches, con 46 apartamentos registrados, una cifra idéntica a la oferta ilegal de Milagrosa, Arrosadia y Azpilagaña, con otros 46. En la Rochapea, hay otros 42 negocios ilegales detectados, 25 en San Juan, 20 en Ermitagaña-Mendebaldea, 20 en Iturrama, 18 en Buztintxuri, 17 en San Jorge, 13 en Lezkairu, 12 en la Txantrea, 7 en Mendillorri, y 4 en Etxabakoitz, de tal manera que llegaban a la totalidad de zonas de la capital.

La oferta ilegal de apartamentos turísticos ha salido a la luz tras llevarse a cabo el Plan de Inspección Turística del Gobierno de Navarra, que comenzó ya en el año 2017 para investigar y detectar este tipo de negocios que se publicita a través de portales de Internet y plataformas de alquiler on line.

En la información facilitada por el área de Turismo se señala, asimismo, que a pesar de esta situación, "Policía Municipal no ha realizado ninguna denuncia en 2019" al respecto. El pasado mes de febrero, a preguntas de la oposición, la concejal de Gobierno Estratégico, Comercio y Turismo, Ana Elizalde, informó de que se ha creado "un grupo técnico" para controlar los pisos que no estén legalizados. En la misma sesión, el concejal de Geroa Bai Javier Leoz ya sugería la oportunidad de articular un grupo coordinado entre el área de Turismo y la Policía Municipal para intensificar el control en este tipo de establecimientos, como ocurrió en 2018, ya que Pamplona cuenta con su propia normativa.

De hecho, el anterior área de Turismo puso en marcha un plan de control, en el que se animaba a las comunidades de vecinos a comunicar posibles negocios turísticos que estén funcionando de manera ilegal en sus edificios. Se recomienda para ello recopilar la mayoría de información del negocio, como páginas web, publicidad, fotografías, etc. En 2019, hubo en toda Navarra denuncias sobre 76 establecimientos supuestamente ilegales, si bien, una vez comprobados los expedientes, solo acabaron en expediente sancionados 36 de ellos. Estas infracciones pueden ser sancionadas con multas de hasta 6.000 euros, y si hay reincidencia, hasta 60.000.

Estas herramientas, junto a los planes de inspección del Gobierno de Navarra han hecho que por su propio interés muchos particulares que tenían estos negocios sin registrar los hayan dado de alta para legalizarlos. Así, si en toda Navarra en 2015 había 411 AT (apartamento turístico) o VT (vivienda turística), a finales de 2019 había registrados 854 negocios.

Los vecinos del Casco Viejo están llamados a participar en una asamblea el próximo 12 de marzo, jueves, para buscar medidas conjuntas de cara a atajar este problema que trae de cabeza al barrio, dado que la creciente turistificación afecta a la calidad de vida de sus vecinos y tiene otra serie de consecuencias, como la ocupación de los espacios públicos o la subida de los precios de la vivienda, como han venido denunciando.

Organizada por el colectivo Bizitzeko Alde Zaharra, tendrá lugar en el centro Plazara! de la calle Mayor a las 18.30 horas. En la misma se va a explicar a los residentes nuevas herramientas para evitar en sus comunidades de vecinos la instalación de este tipo de actividades, aunque sean legales. Así, señalan que "son muchos los y las vecinos/as que se vienen organizando para denunciar" y "han descubierto la manera de frenar la especulación vestida de pisos de alquiler turístico".

En primeras plantas. La nueva normativa municipal aprobada definitivamente en noviembre de 2019 contempla que sólo se podrán habilitar nuevos apartamentos turísticos en las primeras plantas de los edificios y siempre que no se supere el 25% del bloque, lo que en la práctica significa que no se permitirá una nueva licencia si ya hubiera un apartamento de estas características en otra planta. Esta limitación para los colectivos del Casco Viejo no es suficiente para frenar la proliferación.