- El famoso restaurante Marisquería Iturrama volvió a abrir sus puertas el pasado viernes 14 de agosto, tras permanecer 5 meses cerrado. Los responsables de esta apertura fueron los camareros, ahora jefes, Adrián Lozada, Felipe Lozano y Jimmy Cuenca. "Si se te presenta una oportunidad así no la puedes dejar escapar", señalaron. Cuando el antiguo propietario tomó la triste decisión de dejar la marisquería se la ofreció a los camareros. "La verdad que nos hizo mucha ilusión", recuerda Felipe Lozano.

Adrián y Felipe continúan con su servicio anterior de camareros, pero sin embargo, Jimmy se lanzó al mundo de la cocina. "Siempre me ha fascinado la gastronomía, y ésta era mi oportunidad", señaló Cuenca. El nuevo cocinero reconoció sentirse en "su mundo", ya que siempre había querido dedicarse a la cocina. "Me siento realizado", añadió. Además, indicó que cuenta con la ayuda y asesoramiento de Cecilia Pico y Mónica Eraso, las antiguas cocineras que continúan con su trabajo en la marisquería. "Me encuentro muy seguro y con mucho apoyo", dijo. Asimismo, aseguró tener nuevos platos y pinchos para los clientes, como por ejemplo, el Salpicón de Langostino, una especialidad que "de momento, está gustando mucho", subrayó.

Los nuevos encargados confirmaron que tienen en mente novedosos cambios para "rejuvenecer y darle otro aire al restaurante". Entre ellos se han propuesto ampliar la carta, dar un aire más moderno al local e incluso darle más metros, y, además, tienen en mente climatizar la terraza en invierno. "Es un punto a favor y si podemos darle uso en los meses de frío, mucho mejor", dijeron. Su idea es renovar con un "lavado de cara" el negocio, con el objetivo de atraer nuevos clientes y reconocer la fidelidad de los que siempre han estado ahí. "Cuando algo es monótono se vuelve aburrido; hay que ofrecer algo diferente", añadió Jimmy.

Todos estos cambios serán sin alterar la esencia principal, tal y como indicó Adrián: "El marisco seguirá siendo el producto estrella", promete.

Los hosteleros aseguraron sentirse muy orgullosos al haber asumido el reto. "Es una experiencia nueva y tenemos muchas ganas", apuntó Felipe. Además, recalcaron tener muy buen ambiente de trabajo entre los compañeros y también con los clientes. "Somos como una gran familia", reconoció Adrián. Tras cinco meses de nerviosismo e incertidumbre en plena pandemia, Adrián, Felipe y Jimmy arrancaron esta nueva etapa con mucha fuerza y energía. "No sabíamos cómo iba a responder la gente y eso nos generaba mucha inquietud", manifestó Cuenca.

A pesar del miedo y los nervios, ahora se muestran encantados y orgullosos de su decisión, porque el ambiente del local es muy variado y heterogéneo, ya que recibe desde familias a degustar el famoso marisco, hasta vecinos del barrio a la hora del vermú. "Tenemos mucha suerte porque vienen unos clientes muy agradables y simpáticos", señalaron. Además, cuentan con la próxima apertura de la residencia de estudiantes a escasos metros del local, en el antiguo Ciudad de Pamplona. "Tenemos muchas ganas de que abran la residencia: los chavales serán muy bien recibidos aquí", añadieron. Aires nuevos.

"El marisco va a seguir siendo el producto estrella"

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