- Después de viajar y vivir por todo el mundo, Itziar Insausti Mujika (Pamplona, 1977 ) ha vuelto a sus orígenes, a Arruazu, con una idea: compartir la experiencia que ha adquirido para contribuir al bienestar de las personas a través de baños de bosque por el parque de Aralar. "Son paseos suaves, atentos, con técnicas muy básicas para desconectar de la parte cognitiva y conectar a través de los sentidos: el olfato, la vista, el tacto y el oído", explica esta antropóloga, educadora y guía de baños de bosque, la primera acreditada en Navarra. Para ello, ha puesto en marcha Yugen, un proyecto que toma su nombre de una palabra japonesa que significa "conocimiento del universo que evoca emociones inexplicablemente profundas". Casi nada. "Nuestro objetivo es crear experiencias que calmen, inspiren y llenen de energía, manteniendo nuestros valores sostenibles y regenerativos", incide Itziar Insausti.

Los baños de bosque, Shinrin Yoku, es un concepto nuevo que va más allá de abrazar a los árboles. Se trata de una práctica de bienestar utilizada por el 25% de la población japonesa, uno de los países con más estrés del mundo. "Desde 1980 hay un programa nacional que utiliza los bosques con valor terapéutico, con 62 bosques preparados para ello", explica. "Hoy en día se está empezando a recetar como medicina preventiva en Escocia y Nueva Zelanda y está muy de moda a escala global en el turismo de bienestar", añade. Al respecto, cuenta que los bosques generan fitoncidas, aceites volátiles descubiertos en 1928 por un bioquímico de la Universidad de Leningrado. "Un bosque es una explosión de estos volátiles antioxidantes, antibacterianos y tranquilizadores. Consiguen que nuestro sistema inmunológico mejore además de ayudar a dormir mejor, reducir estrés y aumentar la creatividad", asegura.

Así, su objetivo es compartir e introducir en estas experiencias a todas las personas en un momento histórico único. "Hoy más que nunca se ha podido percibir la importancia de la naturaleza en nuestro bienestar y felicidad; un recurso que bien cuidado es una fuente de riqueza inmensa", subraya. Por ello, invita a inspirarse con la naturaleza y caminar hacia una vida más plena y agradecida. "Propongo alejarse un par de horas del estrés y las exigencias de la vida cotidiana para ayudar a reavivar una relación saludable entre la persona, la comunidad y la propia naturaleza", comenta.

Aunque desde que era niña ha tenido un contacto muy estrecho con la naturaleza, su otra pasión, la antropología, le llevó a Londres, donde vivió durante 13 años. Allí conoció la atención plena, lo que le permitió controlar sus niveles de estrés, con continuos viajes a Hong Kong por su trabajo. También vivió un tiempo en Noruega, donde convivió con los sami, los nativos que viven en Laponia. En 2010 volvió a su tierra. Después de trabajar como profesora, en 2018 decidió emprender un viaje por Nepal, India y Kyrguiztan. "Me preguntaba cómo vivía la gente muy conectada con la naturaleza y quería aprender de ellos", recuerda Itziar Insausti. El viaje se prolongó durante año y medio. En este tiempo, vivió con los nomadas changpa tibetanos, pastores de altura de jacks y caballos, y con nómadas de Kyrguiztán. "Fue el viaje que conectó todos los puntos de mi vida, aprendí mucho de ellos pero sobre todo, aprendí sobre la naturaleza de la naturaleza y el agradecimiento que estas comunidades tienen hacia la vida", recuerda.

A su vuelta, se adentró en el mundo de los baños de bosque. "Era como si todas las diferentes habilidades que había acumulado a lo largo de mi vida hubieran llegado a este destino correcto", destaca. Así, se propuso ayudar a las personas a lograr "una vida más plena y agradecida, con nosotros mismos, con los demás y con la tierra" porque considera que estas experiencias pueden tener un impacto positivo en la vida de las personas, en las comunidades y en el planeta. "Los beneficios son diferentes en cada persona", apunta. "Se trata de entrar en un oasis de tranquilidad y a través del poder contactarte con la naturaleza, con los demás y contigo mismo de una forma diferente y única".

A la hora de decidir en qué lugar comenzar esta nueva etapa de su vida enseguida pensó en Aralar. "Mis antepasados eran pastores en esta sierra, es parte de mis raíces", observa, al tiempo que destaca la conexión con la naturaleza con la que vivían y siguen viviendo los pastores. "La gente de aquí ha mantenido algo más que un paisaje, una forma única de entender y vivir la vida", señala. Así, Itziar Insausti ofrece para este otoño experiencias de bienestar y baños de bosque en Aralar, cuando las hayas de esta sierra se tiñen de mil colores. Son inmersiones en la naturaleza de unas dos horas para desconectar, sin prisas, con muchas paradas para sentir el bosque, para cerrar los ojos y dejarse llevar por otro sentidos, oler la hierba, la lluvia, escuchar los pájaros y como crujen las hojas a los pies o tocar la corteza de un árbol.

Estas salidas pueden ser colectivas, con un máximo de diez personas, o por grupos, a través de hoteles y casas rurales, adaptadas a sus necesidades. En el primer caso el precio es de 35 euros. Además, ofrece la posibilidad de comer en el Hotel Ayestarán, en Lekunberri, 65 euros en total. Asimismo, organiza retiros de fin de semana en el Pirineo o inmersiones profundas en las laderas de Dhaulagiri en Nepal entre otras propuestas.Para más información y reservas se puede contactar a través del teléfono 626 983 912 o en www.yugen.green.

"Hoy más que nunca se ha podido percibir la importancia de la naturaleza en nuestro bienestar y felicidad"

Antropóloga, educadora y guía de baños de bosque

"Hoy más que nunca se ha podido percibir la importanci de la naturaleza en nuestro bienestar y felicidad"

Antropóloga, educadora y guiía de baños bosque