Si no tuviera bastantes problemas la pasarela del Labrit, el Tribunal Administrativo de Navarra (TAN) ha tumbado el procedimiento abierto por el Ayuntamiento de Pamplona y ha anulado la adjudicación del contrato que hizo el equipo de gobierno municipal de Navarra Suma al Colegio de Ingenieros para elaborar el último informe sobre el estado de la estructura.

En la resolución de la sección segunda del TAN se estima el recurso de alzada presentado por el grupo municipal de EH Bildu después de que la Junta de Gobierno Local adjudicara al Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Navarra el contrato para realizar varias pruebas mediante un procedimiento negociado sin convocatoria de licitación.

Considera el Tribunal que el procedimiento que empleó el Ayuntamiento "no se ajusta a derecho" y que el contrato debió salir a licitación: "Debió ser convocado un procedimiento de adjudicación de contrato no excepcional, pues estos se reservan para los escasos casos en que no existe más que un único contratista, lo que hace innecesaria la concurrencia" señala la resolución.

En su argumentación, el TAN no cuestiona la cualificación técnica del Colegio de Ingenieros para realizar una prueba de carga en la pasarela del Labrit e informar del estado real de la estructura. Lo que discute es que fuera la única entidad capaz de hacerlo: "Es claro que otras empresas, otros profesionales u otras demarcaciones territoriales del Colegio referido pudieron hacer el ensayo de referencia".

El tribunal desestima los argumentos del Ayuntamiento sobre "la imparcialidad" e "idoneidad" del Colegio de Ingenieros y recuerda que "es precisa una concreta motivación acerca de que el contrato solo puede ser ejecutado por una empresa o profesional determinados".

La resolución del TAN no hace más que aumentar los interrogantes sobre el futuro de la pasarela, que permanece cerrada desde 2016 tras el desprendimiento de varias placas. En el citado informe del Colegio al que alude la resolución se confirmaron los graves problemas que presenta la estructura, pero se decía que era posible su reparación.

Para ello habría que actuar sobre los cimientos, incluir nuevos refuerzos y mejorar el drenaje de la pasarela. El coste estimado del arreglo se sitúa en al menos 480.000 euros (costó 700.000).

La solución que Navarra Suma presentó la semana pasada en la Comisión Urbanismo pasaba por aprobar una partida presupuestaria para que el Ayuntamiento adelante el coste de la reparación y pueda ser abierta cuanto antes. Los grupos de la oposición exigieron previamente conocer el coste exacto del proyecto de reparación y que sea asumido por los responsables del diseño y construcción de la obra.