Aparcar en la Txantrea siempre ha sido una labor compleja. Según los datos del último impuesto de circulación, girado en julio de 2020, en el barrio pamplonés hay 10.398 plazas y 8.590 turismos matriculados: 0,83 vehículos por cada plaza de aparcamiento. Además, muchos vecinos del Casco Viejo -con graves problemas de estacionamiento- y de la Rochapea -con parte del barrio en zona azul y 0,85 automóviles por cada plaza de estacionamiento- intentan aparcar en las calles de la Txantrea, aún libres de zona azul o naranja, y en los parkings de Irubide e Irabia. Para más inri, las obras del proyecto Parque Txantrea Sur, las de renovación de redes y ampliación de aceras en las calles Santesteban, Lesaka, y Monreal; y el corredor sostenible de María Auxiliadora han reducido el número de plazas existentes. Aparcar en la Txantrea, se complica.

La avenida Corella ha perdido plazas de aparcamiento debido a las obras de Txantrea Sur: "Últimamente está horrible. Hay días que no muevo el coche porque después no encuentro ningún sitio", asegura Mariano, vecino que solía aparcar en esa avenida. "El Ayuntamiento de Pamplona no ha previsto qué problemas iban a generar las obras y por eso no ofrece soluciones. Podían haber habilitado un parking provisional para los que vivimos en esta zona y no tenemos una plaza de garaje", afirma Basilio, vecino de la Txantrea que reside en la calle Mendigorría. "Nuestros hijos cuando vienen a vernos siempre se preguntan dónde remedios dejan el coche", incide. "Aparco el coche donde puedo, a veces tengo que irme hasta las Jesuitinas", subraya Teresa, vecina que también vive en la calle Mendigorría.

Las obras en las calles Mendigorría, Santesteban, Lesaka, Monreal y Etxarri Aranatz; que entre otros cambios incluye la ampliación de las aceras de 1,5 - 2 metros a 3,5 metros y el paso de aparcamiento en batería a en línea, también ha provocado la reducción de plazas de estacionamiento. El Ayuntamiento ha habilitado un aparcamiento disuasorio en la calle Ezkaba, pero para algunos vecinos, que apoyan los trabajos en esas calles, no es suficiente: "Hay que dar más rodeos que antes. Es verdad que el parking de Irabia es una solución y es donde dejo el coche cuando me canso de dar vueltas, pero, ¿va a ser definitivo?", se pregunta Carlos. "Estamos peor que cuando empezaron las obras y aparcar es más difícil. Hemos empeorado mogollón", incide Mari Carmen.

Los vecinos que ya no conducen también se ven perjudicados indirectamente: "Nosotros ya no tenemos coche, pero cuando vienen los hijos a vernos con los nietos aparcan donde pueden. La mayoría de veces tienen que irse lejísimos y dan muchas vueltas. Antes también era difícil, pero no tanto, porque ahora casi no hay hueco", comentan Blanca y Josefina.

Sin embargo, hay vecinos que creen que no es tan difícil aparcar en el barrio: "Cuesta más que antes, pero es que dejábamos el coche debajo de casa, en el portal, en la misma puerta. No entiendo que la gente se queje tanto", señala Joseba Bidaurreta. Explica que tiene "una furgoneta grande" que antes la estacionaba en la calle Santesteban, "pero como han ensanchado las aceras y las plazas de aparcamiento son más pequeñas no puedo aparcar allí. Da igual, doy una vuelta y si no hay hueco aparco en Irabia. No hay tantos problemas para aparcar", incide.

"No a la zona azul"

Pese a los problemas detectados por los vecinos consultados para este reportaje, Koldo Apesteguía, de la Asociación Vecinal Arga Txantrea, asegura que los problemas solo se originan "en horas puntuales" y añade que no se dan "las condiciones para implantar la zona azul" en el barrio. "No vemos la necesidad urgente de la zona azul, supone un coste para los vecinos y solo busca el afán recaudatorio", subraya. Koldo incide en que la asociación apuesta por "potenciar" la movilidad sostenible y buscar una solución alternativa al problema del aparcamiento.