Son dos personas en una. Desirée de noche y Desirée de día. La primera se desempeña desde hace dos años como enfermera en el escáner de Urgencias del Complejo Hospitalario de Navarra, y ha ejercido mucho tiempo en Cardiología. La segunda saluda a la primavera con estampados de flores y mariposas, tiene su propia firma de moda y acaba de estrenar colección. “Vamos, lo que se llama ahora polímata, que está muy de moda. Total, que sabes hacer de todo y te gusta además”, explica esta mujer polifacética que fue una tercera Desirée: llevó 11 años el restaurante de Baluarte durante la gestión del grupo Maher, labor que compaginó igualmente con el hospital. “Siempre en la trinchera”, defiende Desirée Arellano, natural de Corella de 43 años.

Matsu Studio

Inmersa desde 2019 en Matsu Studio, con sede en el número 11 de la calle Sancho el Fuerte, esta vecina de Pamplona dice que para lidiar con ambos oficios sin morir de agotamiento en el intento, se trata de “organizarse, coger ritmo y rutina. Unos van al gimnasio, otros a correr y yo me he montado un estudio de moda. Es un trabajo creativo en el que tocas muchos palos: fotografía, dibujo, diseño, viajas un poco... te da alas y te permite hacer cosas distintas. Es más que un hobby. Es intenso. Y encima conoces gente, porque las relaciones son lo mejor de este trabajo”, cuenta.

Ella no lo sabía, pero su inquietud empresarial y su estilo “lineal, sencillo y con un punto retro o clásico” chocaron muy pronto con una pandemia mundial. “Empezamos justo antes del covid y cuando fuimos a lanzar la primera colección a la calle nos encerraron. Todo un drama. Tocaba renovarse e ir haciendo todo poco a poco”. Claro que siempre se puede sacar una lectura positiva de esta nueva realidad: “Nos ha venido bien un poco de calma para ir haciendo cosas más despacio. La pandemia nos dio tiempo de pensar más tranquilos una colección, y ahora tengo un material que igual de otra manera no hubiéramos podido sacar”.

Reconoce que “Pamplona es plaza difícil, por tamaño y estilo, además de todo lo que nos está tocando vivir. Pero aquí estamos”. “Ahora ya empezamos con nuevas perspectivas y con nuevos formatos para renovarnos. Hemos lanzado una colección de primavera limitada, solo siete unidades. Es que somos muy pamplonicas y el siete lo tenemos grabado hasta la médula”.

Desirée, con algunas de sus creaciones en su estudio de la calle Sancho el Fuerte. Foto: Javier Bergasa

Moda atemporal

En cuanto a su estilo, defiende una moda “totalmente atemporal, con un punto clásico pero siempre buscando una diferencia, la artesanía y exclusividad de pocas cantidades; el toque de color más atrevido, más transparencias... La gente me dice que soy moderna y con estilo propio. Es una mezcla de muchas vivencias que me han influido. Sí que es ropa que tiene carácter, bastante fuerza”, describe.

Como sus diseños reflejan lo que va viviendo, “en algún momento me sale una cosa y en otros otra... hay conceptos que van cambiando. Tenemos una ropa más de fiesta, pero también cazadoras de piel que son mi capricho, ropa de verano que es más sencilla... es variado”, explica. Aunque el estilo cambia defienda una conciencia medioambiental y en todos los casos dice que se trata de “pensar cosas que luego se puedan usar, que no se queden en el armario”.

“A deseo de color”

Con la llegada de la primavera, Desirée ha detectado que “la gente está a deseo de color, se está viendo en la calle”. Y ella, que creció en el jardín de flores de su abuela Julia, ha inaugurado la temporada con el nuevo diseño de la marca, un vestido estampado de hortensias que representa “feminidad, sofisticación y sencillez al mismo tiempo”.

Sandra Majada (Invitada Perfecta) con un vestido de la nueva colección. Foto: Matsu Studio

Con él ha conquistado a la influencer de moda Sandra Majada, con medio millón de seguidores en su perfil de Invitada Perfecta. El tejido le enamoró en cuanto lo vio y está pensado para celebraciones que antes del virus eran propias de estas fechas, “porque digo yo que esto arrancará en algún momento”. Un vestido que, reconoce, es “puro norte, porque estas flores me vuelven loca. Siempre hay algo de norte y tierra en nuestros diseños”, concluye Desirée de día.