Este jueves el ciclista esloveno Tadej Pogacar intentará sentenciar el malliot amarillo en las rampas del temible Col du Tourmalet y Dj Reimy (Xabier Apestegia) ya habrá puesto en marcha una nueva edición de su particular Tour. Esta vez dirección Fitero, donde mañana a la noche pinchará en el festival de música ecléctica Barranco Fest 2021.

"El viaje también debe ser parte de la aventura, que no solo sea el desplazamiento entre dos puntos. Queremos que pasen cosas en medio", afirma Dj Reimy, que estará acompañado por sus fieles gregarios Maite Ciganda, Fernando Walloschke, Pablo Walloschke, Ainhoa Ruiz y Francisco Javier González Muñoz, un compañero de Sevilla que se ha acercado a Pamplona para la ocasión.

La grupeta ha salido de la Rochapea a las ocho de la mañana con sus bicicletas -Dj Reimy en un triciclo en el que lleva dos baffles y el resto del equipo de música- rumbo los corrales de Santo Domingo. "Haremos un poco el teatrillo del encierro de la villavesa y llegaremos hasta la Plaza de Toros", adelantaba ayer Maite Ciganda.

A partir de ahí, según el libro de ruta confeccionado por Pablo Walloschke, rumbo hacia la localidad ribera: "Teníamos pensado ir por caminos de montaña, pero como al final Reimy va con el triciclo iremos por la nacional o por carreteras entre pueblos", explicaba Pablo antes de salir.

Como en la ronda gala, habrá tiempo para el avituallamiento, aunque a diferencia de los ciclistas profesionales ellos sí que pondrán pie a tierra. "Iremos parando en los pueblos para echar alguna cervecica. Nos lo vamos a tomar con mucha calma", señalaban riéndose. En un principio, en esta primera etapa iban a llegar hasta Tafalla u Olite.

"Dormiremos de acampada. Otros compañeros van a ir a Fitero en furgoneta y harán un poco de coche escoba. Ellos llevarán las tiendas de campaña, los sacos de dormir... Además, la vuelta la haremos todos en la furgoneta", indicaba Dj Reimy. A la mañana siguiente, la segunda etapa con final en Fitero.

El Tour de Reimy

Este viaje en bicicleta es un "homenaje" al Tour de Reimy, que se celebró por primera vez en los Sanfermines de 2019. "Quería seguir con la coña del Tour de Francia y el Tour de Reimy e ir a los conciertos en bici", comenta Xabier.

Durante los "últimos Sanfermines pre pandémicos", Dj Reimy pinchó cada día en un bar de Pamplona. "Hilé los conciertos de forma que cada noche fuera como una etapa del Tour de San Fermín. Me curré un cartel -en el que aparece él en una bicicleta y un mapa con el recorrido- de fondo amarillo y con la tipografía característica del Tour de Francia", señala. Hubo una gran variedad: contrarreloj por equipos en el Katakrak, etapa de media montaña en el Txintxarri, gran montaña en la Herriko Taberna€

El ciclismo está muy presente en esta cuadrilla y se expande más allá de los conciertos de Dj Remy. Por ejemplo, Maite y Pablo acaban de fundar CicloLab, un negocio pionero en Pamplona que aglutina una tienda-taller de segunda mano, una academia especializada en formación sobre movilidad ciclista y una empresa de mensajería sostenible que quiere profesionalizar el reparto. "Somos unos amigos con unos intereses más o menos comunes sobre la bici", apunta Dj Reimy.

También es una forma de ocio, ya que el año pasado, hicieron la Vía Verde del Plazaola. "Somos colegas que nos hemos unido en torno a la bici. No somos deportistas de élite, pero, coges, y te vas unos días a hacer una ruta tranquilamente por etapas", relata Ainhoa.

Desde Múnich

Además, para la mayoría de ellos, la bicicleta es su principal medio de transporte. "Somos jóvenes que vivimos en una situación bastante precaria a nivel económico y laboral. Entonces, tenemos bicicletas, pero no todos se pueden permitir tener un coche o ni siquiera sacar el carnet de conducir porque es una pasta", subraya Ainhoa.

Y qué mejor ejemplo que el de Fernando Walloschke, que durante tres semanas ha pedaleado 1.500 kilómetros para llegar a Pamplona desde Múnich, donde reside desde hace una década. "Este año quería venir a ver a la familia y no sabía muy bien cómo por el tema económico. Por la coña miré cuánto se tardaba en bici y me dio el venazo", relata.

Durante las tres semanas ha vivido innumerables aventuras y no se arrepiente. "En coche vas tú solo, a tu bola y no te paras en ningún sitio. Con la bici disfrutas del paisaje, conoces a gente y te ayudas mutuamente. A mí personas me dejaron dormir en su jardín con la tienda de campaña", recuerda.