El Ayuntamiento de Pamplona ha comenzado este miércoles a instalar la estructura de andamios en la pasarela del Labrit para las obras de reparación, que cuentan con un presupuesto de 593.000 euros.

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Andamiaje en la pasarela del Labrit

Los trabajos se han iniciado a primera hora de la mañana. Han comenzado por la zona más cercana al Camino del Molino de Caparroso, junto a la calle de acceso al Club Natación, donde se ha colocado una estructura metálica para el andamiaje.

Pese a los intentos de este periódico por conocer el efecto que tendrán los andamios en el tránsito peatonal y circulatorio por la cuesta del Labrit, el Ayuntamiento de Pamplona no ha querido dar detalles y ha optado por el silencio más absoluto.

Lo único que se conoce al respecto aparece recogido en el Plan de Obras que presentó Obenasa, la empresa adjudicataria de la reparación.

La documentación del proyecto especifica que el Ayuntamiento es el encargado de colocar el andamiaje en la pasarela "para asegurar la estructura, evitar desprendimientos mientras se desarrollen los trabajos y garantizar el acceso de los trabajadores y de la maquinaria hasta la misma pasarela".

Obenasa otorga una importancia decisiva a la instalación de estos andamios: "La realización de los trabajos con seguridad y eficiencia depende en gran parte de la forma y tipo de andamios y torres de apeo colocadas".

Según los planes de la empresa, el andamiaje afectará forzosamente el tráfico por la cuesta del Labrit y limitará el flujo de vehículos. Quedará un único carril de bajada y otro de subida, además de habilitarse un espacio para el tránsito de peatones y bicis.

Será necesario instalar redes y lonas ignífugas para la seguridad de vehículos y peatones durante los trabajos de corte de plasma, soldadura y retirada de las placas metálicas.

El Plan de Obra establece que los pasos para peatones y vehículos "deberán ir protegidos con marquesinas de seguridad que vuelen fuera de la vertical de la pasarela, cubriendo la zona de riesgo de caída de objetos con una red adicional o una cubierta de chapa".

El proyecto de reparación prevé reforzar la cimentación de la pasarela, con una actuación en los estribos de Jito Alai y Media Luna, así como en toda la estructura metálica gracia a las torres de apoyo colocadas, que consiguen anular el funcionamiento de la pasarela y permiten trabajar en el vaciado por debajo de los estribos y el desmontaje de elementos importantes de la estructura.

La previsión es que los trabajos duren 15 semanas.

La pasarela permanece cerrada desde el 5 de julio de 2016 tras el desprendimiento de unas placas metálicas. Los informes realizados desde entonces -tres en total- coincidieron en señalar el deterioro de la pasarela y los fallos estructurales, de construcción y diseño que presentaba.

En uno de los informes se concluía que los daños eran de tal envergadura que no merecía la pena repararla.

Para el Colegio de Ingenieros de Navarra, encargado de elaborar el último estudio, sí que era posible el arreglo, aunque con un coste elevado y con una intervención completa en la estructura.

La decisión de reparar la pasarela fue tomada por Navarra Suma sin contar con los grupos de la oposición, que han criticado el proyecto y que el Ayuntamiento tenga que adelantar el dinero.

La intención del equipo de Gobierno es reclamar posteriormente las compensaciones a los responsables de la obra.

El diseñó y la dirección de obras de la pasarela correspondió a Boreas Nuevas Tecnologías, Óscar Pérez Silanes, Carlos Pereda Iglesias e Ignacio Olite Lumbreras, mientras que la UTE formada por Arian Construcción y Gestión de Infraestructuras y Teusa Técnicas de Restauración se encargaron de su ejecución.