Los gigantes de Funes, que acaban de volver a la calle después de casi dos años de ausencia, lo han hecho con un importante cambio de look que no ha dejado a nadie indiferente. Y es que, tal y como explicaban desde la comparsa de la localidad ribera, tras doce años sin pasar por el taller, las dos figuras; Sancho Garcés IV y Blanca de Navarra se han sometido a una reparación integral que ha llevado a cabo Rubén Platero.Rubén Platero

Este artista, que comenzó hace 10 años con los gigantes de goma y que desde hace cuatro se metió de lleno con la restauración y la creación de grandes figuras, explica que, en primer lugar, ha cambiado los caballetes que eran de aluminio por otros de madera con un tronco piramidal para que los pesos estén compensados y, además, les ha puesto correajes de cuero así como nuevos cabezales que ayudarán a la hora de levantarlos.

El cuerpo de estas figuras de unos 42 kilosfiguras de unos 42 kilos es ahora de fibra de vidrio y resina de poliéster y, además, los ha anchado un poco para no tener que ponerles esponjas con las que ajustar las vestimentas. De hecho, los trajes también se han acondicionado y los gigantes lucen ahora el escudo del municipio.

Al detalle

Por otro lado, y ya entrando más a los detalles, ha reparado por completo las cuatro manos; las ha decapado hasta llegar al cartón original y ha quitado todos los cosques que tenían. Además, al rey, explica Platero, le ha cambiado el pergamino; "lo he quemado y puesto madera por dentro para que quede más bonito, y a la reina le he cambiado el ramo de flores, lo he atornillado para que se pueda poner y quitar con mayor facilidad, y lo he dotado de una mayor elegancia".

Además, a los rostros de los dos gigantes les ha quitado toda la pintura y ha arreglado las pequeñas fisuras que tenían, las ha reformado y policromado al óleo. En el caso de la reina, desvela Rubén, un detalle que puede pasar más desapercibido es que le ha retocado el moflete que lo tenía un poco hundido para asemejarlo al otro.

Para terminar, también ha reparado y modernizado las coronas, "que estaban muy deterioradas por los golpes que, probablemente se les da al pasar por algunas zonas y al guardarlos puesto que se trata de figuras que sobre pasan los 3,5 metros". En este caso, les ha cambiado la madera y el terciopelo con la idea de que, aún a pesar de que es una zona que por norma general no se verá, sí lucirá cuando los bajen al suelo.

De acuerdo con Platero, a pesar de compaginar varios trabajos en el taller porque hay procesos en los que no queda sino esperar, estos gigantes han estado listos en unos tres meses.

La puesta de largo de los mismos tuvo un éxito rotundo y es que, además de que los txikis volvieron a verlos bailar al son de las gaitas, el Ayuntamiento aprovechó para dar la bienvenida a los bebés nacidos en la localidad durante estos dos años así como para conformar los Ayuntamientos infantiles del 2020 y del 2021.