unque parecía algo difícil de conseguir, el empeño y las ganas hicieron que la Banda Joven de Marcilla tocase y desfilase recientemente por Disneyland París. 41 músicos, bajo la batuta de José Javier Malo, ofrecieron un pasacalles de ensueño en un entorno de lujo, una cita que tardarán en olvidar y que sirvió, de acuerdo con Malo, "como revulsivo y como premio después de dos años muy, muy difíciles".

De hecho, explica, este viaje llevaba tiempo en mente pero fue en julio cuando se pusieron manos a la obra. "Después del parón quería darle al grupo un aliciente, algo volviese a encaminarnos y que sirviese para hacer piña. Tras la pandemia no sabíamos muy bien cómo íbamos a retomar; somos bandas que vivimos del día a día, de los ensayos, y muchas veces, si paras, ese compromiso puede perderse. La verdad es que no nos ha pasado y hemos mantenido el grupo".

A través de una agencia de viajes, cuenta Malo, contactaron con Disneyland para ver si podían actuar allí puesto que "en el viaje era imprescindible y primordial tocar". Tras superar varios obstáculos (y después de haberles mandado vídeos de sus actuaciones) recibieron el 'ok' en enero. "Hemos sido la primera banda que ha tocado después de la pandemia y normalmente las agrupaciones van en julio y agosto, por lo que somos un caso especial". Dos autobuses con 75 vecinos (fueron con acompañantes) partió un domingo por la noche con las ilusiones puestas en esta nueva aventura.

Tras disfrutar un día en el parque temático, llegó el día de la actuación; aunque la idea era haber tocado un pasacalles y alguna pieza en parado, al final solo desfilaron con marchas como Martín García, No lo olvido o El chupinazo. Fueron 25 minutos, todo medido al segundo porque después salía el desfile de Disney, pero fue un tiempo suficiente para gozar. "La sensación fue indescriptible, algo impresionante. Desde que nos pusimos en fila y hasta que abrieron las puertas, con los nervios a flor de piel. Se apagó la música del parque, dijeron nuestro nombre por megafonía y acto seguido arrancamos. Ver a toda la gente que allí había, aplaudiendo, animando, llamándonos, y con el castillo de fondo, fue increíble".

De ahí fueron a París capital donde también querían haber tocado en la plaza del Louvre, pero al final, y por motivos asociados al Covid-19, no se lo permitieron; así que, entre otras paradas, visitaron el Palacio de Versalles e hicieron un tour turístico por la ciudad.

El viernes, y dado que la localidad celebraba la Juventud y había músicos que tenían compromisos, volvieron con "una gran sensación; ha sido un viaje muy, muy satisfactorio".

La banda, que lleva ya varios meses de normalidad, cuenta en la actualidad con 60 músicos y ahora se meterá de lleno con el concierto de primavera, actuación que hará de forma conjunta con la banda de la escuela de música. Después seguirán con la procesión del Corpus Christi y con los compromisos de fiestas. Además, y de cara a fin de año, la agrupación espera preparar algún espectáculo novedoso y rompedor.

"Quería darle al grupo un revulsivo y volver a hacer piña tras dos años duros"

"La sensación de estar y tocar allí no se puede explicar, fue increíble"

Director Banda Joven Marcilla