- La restauración de la torre medieval de la ferrería hidráulica de Ibero, en Leitza, ha sido galardonada con el premio especial Madera Local-Basque Quality de la quinta edición de los Premios Egurtek, que se celebra en el marco del Foro Internacional de Arquitectura y Construcción en Madera de Bilbao Exhibition Centre. El objetivo de estos premios es poner en valor la madera como elemento clave en la nueva construcción o remodelación de espacios. Se presentaron 93 candidaturas. El proyecto de restauración de Ibero es de José Luis Franchez, "una intervención impecable en el patrimonio arquitectónico que recupera el esplendor y elegancia original de la torre medieval", se apunta en el fallo.

Esta torre se remonta al siglo XIV y forma parte de un complejo industrial medieval, uno de los pocos que se conserva en Navarra y probablemente el más antiguo. Dado su deterioro, con la cubierta y los forjados hundidos, el Gobierno de Navarra, suscribió en un convenio con los ayuntamientos de Leitza y Goizueta para su restauración y puesta en valor de la torre y la antigua ferrería, situada en el término de Leitza pero a un kilómetro de Goizueta.

El presupuesto fue de 584.975 euros, a cargo del Ejecutivo. Los ayuntamientos de Leitza y Goizueta, por su parte, se encargan de garantizar la conservación, mantenimiento y divulgación del paraje de Ibero . "Junto con el historiador Iñaki Sagredo estamos trabajando en la recopilación de archivos históricos y su estudio, para posteriormente utilizar esa información con fines educativo", explica el alcalde de Leitza, Mikel Zabaleta. "Se prevé que esta recopilación se culmine este año", avanza.

Destruida en varias ocasiones, el edificio actual se levantó durante el reinado de Carlos II de Evreux (1349-1387) para defender el complejo fabril ante los continuos ataques se producían en la muga con Castilla tras la conquista de Gipuzkoa en 1200. Gracias a la madera de los bosques y la fuerza de las aguas vivas y rápidas del río Urumea, esta ferrería tuvo un gran peso en la economía de la zona. Prueba de ello es que fue declarada ferrería mayor en 1752.

Se trata de un edificio de planta rectangular, de 14 metros de alto por 10 de ancho, unos 12 de altura de promedio, aunque en origen llegó a alcanzar varios metros más. Sus muros son de mampostería, con numerosos elementos medievales como la puerta de arco de medio punto de dovelas y sus ocho saeteras. La torre estuvo habitada hasta los años 70 y después se utilizó como almacén agrícola. Pero el tiempo no pasaba en balde y su deterioro se aceleró. Así, para preservar este patrimonio, el Ayuntamiento de Leitza adquirió en 2011 por 270.000 euros los terrenos, 34 hectáreas de monte comunal, y los inmuebles, un caserío y una borda además de la torre. Fruto de su constancia, fueron declarados Bien Inventariado por la Dirección General de Cultura-Institución Príncipe de Viana en 2014.