- La pandemia ha traído cambios en el día a día de las personas, nuevas rutinas que han tenido especial impacto en el uso de las instalaciones deportivas, y por tanto, en su viabilidad económica. En el caso de las instalaciones municipales de Altsasu, han arrojado pérdidas que suman un promedio mensual de 15.000 euros. Para reequilibrar las cuentas de Atabo Altsasu SL, la sociedad municipal encargada de su gestión, el Pleno aprobó ayer una modificación presupuestaria de 180.000 euros como aportación extraordinaria.

“El abono definitivo de este importe se hará en virtud de la necesidad real que presente esta sociedad”, índicó el alcalde, Javier Ollo. Además, ante la falta de ingresos durante los meses de marzo, abril y mayo, el año pasado se aprobó otra aportación extraordinaria de 36.888 euros. “El Ayuntamiento apuesta firmemente por mantener este servicio”, señala Ollo, al tiempo que recuerda que desde 2016 hasta 2019 Atabo cerró todos los ejercicios con beneficios. “Fueron destinadas a reducir las pérdidas acumuladas de años anteriores hasta dejarlas en 0”, apunta.

Después de la declaración del primer estado de alarma en marzo del pasado año, Atabo solicitó un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). “Para completar el 70% que corresponde a la Seguridad Social, Atabo abonó a sus trabajadores y trabajadoras el 30% de su salario”, observó el alcalde. “Durante el periodo de cierre no se ingresaron las cuotas excepto la parte correspondiente a la cuota de mantenimiento”, añadió.

Reabiertas las instalaciones en junio, en julio se utilizó la piscina cubierta para el verano, una vez se habilitó una zona verde. “Las piscinas de Dantzaleku siempre arrojan pérdidas y más con la reducción de aforo por la pandemia. Además, era muy difícil controlar el aforo”, recordó el alcalde.

Llegado el otoño, lasnuevas restricciones impuestas por el Gobierno de Navarra tras el aumento de la incidencia de la Covid afectaron a la viabilidad económica del Complejo Deportivo Zelandi. “Pese a que algunas instalaciones deportivas optaron por cerrar, el complejo se mantuvo abierto. También se desarrollaron las actividades programadas”, destacó Ollo.

Lo cierto es que descendió un tercio el número de personas abonadas, pasando de 1.800 a 1.200 personas. “Aunque es previsión que esta situación sea reversible y conforme la situación sanitaria mejore aumente el número de personas asociadas, la situación ahora es crítica”, destaca el alcalde. No obstante, señala que estos últimos meses se ha percibido cierta mejoría.