sangüesa/Zangoza - El primer sábado de junio, desde hace 17 años, Sangüesa celebra su Euskararen Eguna, la fiesta que une a la vecindad de todas las generaciones en torno al euskera con asistencia y apoyo de la comarca.

Etsi, euskarari eutsi fue el lema elegido para la edición, que viene a decir: “No dejes de intentarlo, empuja al euskera”, explicaba Amaia Aldanondo, de la coordinadora AEK y parte activa en la organización Bi Haizetara.

La fiesta reivindicativa pone la lengua en el centro con el fin de destacar su importancia y para recordar que el euskera no tiene que ser flor de un día, si no que es necesario usarlo para que perviva.

“Queremos insistir en lo importante que es y en la necesidad de practicarlo, sacarlo de las aulas a la calle y ponerlo en el centro de nuestras vidas”, insistía Amaia Aldanondo.

El colectivo Bi Haizetara trabaja durante el año en este sentido con el objetivo principal de dinamizar el euskera, incluirlo en programaciones para niños y adultos y hace un esfuerzo, al final de cada curso y siempre el primer sábado de junio, para poner de relieve su presencia.

JUVENTUD E IMPLICACIÓN En las últimas ediciones el grupo se ha renovado y aumenta la satisfacción de la organización, por su juventud. “Es gente jovencísima la que viene empujando y esto es fundamental para el futuro. La implicación de la juventud nos hace crecer y rejuvenecer”, añadían desde la organización.

La existencia de la ikastola, que lleva a la calle lengua y cultura en el calendario festivo anual y la presencia de AEK con su nuevo euskaltegi, es también un buen acicate para la continuidad. “Tenemos matrículas de todas las edades con diferentes objetivos: mantener el euskera, practicarlo, aprenderlo para su uso y, además, para lograr mejor puntuación en las oposiciones, por ejemplo”. En este sentido, Aldanondo destacaba la importancia de que se valore por parte del Gobierno y de la Administración.

En la medida que puede, Sangüesa sigue aportando su grano de arena. La fiesta cuenta con ayuda del Ayuntamiento, particulares, colaboración de la ikastola y de AEK.

Además, los pueblos vecinos hacen suya la fiesta desde su primera edición, por lo que euskaltzales de los pueblos colindantes acudieron desde primera hora de la mañana a colaborar con la organización y también a participar de la fiesta.

Con un día de verano, se desarrolló el programa de actividades por la mañana hasta la comida que reunió a a 120 comensales y se cerró con la mejor música.