- Dotar al Pirineo de un espacio preparado para trabajar adaptado a las tecnologías digitales. Ese es el fin que pretende cubrir el nuevo proyecto de desarrollo en Erremendia (Jaurrieta), que cuenta con financiación dentro del Plan Reactivar de Inversión para el Pirineo.

Ayer, el Salón de Actos de la Junta del Valle de Salazar (Ezcároz) acogió una presentación ante los habitantes de los valles pirenaicos, del proyecto que surgió a raíz de un proceso participativo durante la pasada legislatura. En la exposición, destinada también a recabar nuevas opiniones e ideas, estuvieron presentes el director general de Proyectos Estratégicos, Rubén Goñi, el ingeniero responsable del proyecto Jose Mari Mariñelarena (Aierdi Ingenieros), representantes de Intia y de la Junta del Valle de Salazar. Su presidente, Pedro Mascaray, expresó que “ya se puede decir que ha dejado de ser un proyecto y es una realidad”.

Los trabajos en la finca de Erremendia están previstos en tres fases. La primera, que ha tenido lugar este 2021, “está casi acabada”, afirmó Mascaray, y ha consistido en la rehabilitación de los tejados y fachadas de los tres edificios (edificio principal, almacén de patatas y Casa del Ingeniero), construidos a mediados del sigo pasado y que pertenecen a la Junta del Valle. En la actualidad, el uso de esta finca estaba cedido al Gobierno de Navarra. Ahora, la Junta recuperará el uso de estos terrenos, a excepción de la zona donde Intia desarrolla investigaciones sobre cultivos de patatas ecológicas y ganadería. La finalización de esta fase, según Mascaray, ya supone un logro en sí mismo. “Si nos quedamos en aquí, al menos evitamos que los edificios sufran más deterioro y evitar la ruina”, destaca. Pero las intenciones de la Junta, defiende Mascaray, son ir más allá.

La segunda fase de los trabajos, que se desarrollará el próximo año, consiste en el acondicionamiento del almacén de patatas como área de coworking destinada al emprendimiento. El proyecto incluye una zona de oficinas abiertas y una sala de reuniones. En este edificio está prevista actuación especial por garantizar una buena conexión a internet, una de las principales carencias para implantar negocios en esta zona de Navarra.

En la tercera fase se abordará (en 2023) el Edificio Principal. En él se pretende adecuar un espacio para exposiciones y eventos, museo etnográfico y otro espacio destinado a una ‘casa de acogida’, con zona de información y restauración. Un modelo similar al implantado en las Casas de Irati/Iratiko Etxeak en Otsagabia, y que permita al visitante conocer los recursos naturales de la zona, como rutas de senderismo, y zona de descanso y restauración.

Mascaray no esconde que el fin último de un proyecto como este es dar cobijo a nuevas empresas que puedan instalarse en el valle. “Lo fundamental es que se creen puestos de trabajo”, expresa, al tiempo que subraya la importancia geográfica de este paraje de Jaurrieta para el valle de Salazar, pero también para su vecino de Aezkoa. En un radio de 20 minutos aproximadamente (en coche) se puede llegar a Otsagabia, Ezcároz, y otras localidades ezkoarras como Aribe o Garralda.

“Es un proyecto estratégico que comenzó hace ya 3 años, con Isabel Elizalde como consejera, que surgió de un proceso participativo para luchar contra la despoblación”, puso en valor Mascaray, entonces alcalde de Güesa. Con el cambio de legislatura y la llegada de una nueva Junta al valle se reactivó, aprovechando la financiación en el Pirineo. “La Junta ha obtenido una subvención por valor de 440.000 euros a recibir en los próximos dos años”, expresó Mascaray. Para la realización del proyecto de ingeniería fue aprobada por unanimidad en el Parlamento de Navarra una enmienda, a iniciativa de Geroa Bai, por valor de 40.000€ euros.

A partir de 2023, la idea de la Junta es también proseguir con la rehabilitación de viviendas. “La gestión ha sido racional. Pero la continuidad de este proyecto dependerá de la acción dentro de la Junta y de la concesión de subvenciones”, sentenció Mascaray.