Tudela - Las puertas de El Molinar, antigua sede de la Policía Local, se abrieron ayer para presentar su nuevo uso, que no será otro que el de un centro cívico que se suma a los ya existentes en Tudela. No un centro cívico cualquiera ya que, como señalaron el alcalde, Eneko Larrarte, y las ediles Olga Risueño (I-E) y Silvia Cepas (PSN), se proyectará a la ciudadanía como “una puerta a La Mejana y a su patrimonio natural y cultural. En consonancia, lo hará con un “marcado carácter medioambiental” en sus actividades diarias.

La inauguración oficial contó con la presencia de numerosas personas pertenecientes a algunos de los colectivos de la ciudad que van a tener a El Molinar como su nueva casa. El nuevo centro cívico se va a convertir también en el refugio de algunas entidades trasladadas a raíz de las obras que se van a desarrollar en Lestonnac, que necesita de una reforma urgente por el deterioro de su techumbre y cuyo expediente de obra de rehabilitación se iniciará previsiblemente antes de final de año. No obstante, entre las dos fases del proyecto de reforma de Lestonnac, cuyo presupuesto final es de 1.622.347 euros, pasará más de un año hasta que las obras estén finalizadas.

Traslados En concreto, habrá cerca de una veintena de entidades que desarrollarán su actividad en el nuevo centro cívico. Se trata de las llamadas entidades anuales, que son Asociación Retina Navarra, ONCE, Unión de Radioaficionados de la Ribera, Centro de Estudios Merindad de Tudela, Ecologistas en Acción, Asociación Fotográfica Tudelana, Asociación Música y Canto y Asociación Navarra de Autismo; y otras entidades, en concreto Dantzak, los grupos de Kizomba y Sevillanas, Berriztu, Crysalis, Colectivo Helianto y Recicleta Ribera, además de los Huertos Sociales, Mascotas Verdes y la Escuela de Sostenibilidad, estas tres últimas con locales asignados en El Molinar.

El nuevo espacio cuenta con tres plantas diferencias, en las cuáles hay numerosos espacios aprovechables: 1 sala polivalente, 2 despachos, 6 salas de diferentes tamaños divididas en los tres niveles del inmueble y 1 salón de actos. La superficie aproximada de El Molinar es de 1.000 metros cuadrados. Las obras, que se han desarrollado entre la primavera y el final del verano de este 2018, han tenido un coste de 94.474,39 euros, al que hay que sumar la dirección de obra (3.600 euros). Los trabajos han consistido principalmente en acondicionar el edificio conforme a las necesidades de accesibilidad, renovar las instalaciones de electricidad y adecuar el espacio en lo que respecta a la seguridad y las necesidades tecnológicas.

Larrarte señaló que el acondicionamiento de El Molinar es una actuación que va en la línea del equipo de gobierno de tratar de “mejorar la ciudad construida y recuperar espacios públicos que estaban un poco abandonados”. “Dentro de ese concepto tenemos claro que tenemos que ir rompiendo barreras como la de acercarnos al entorno, que es maravilloso: es el Ebro, es La Mejana, es el Corazón de Jesús... por eso estas actuaciones tienen mucho sentido. Estamos haciendo esto de la mano de los colectivos sociales, que serán una seña de identidad de este centro en concreto”, señaló el alcalde.