Javier Cordón Garnica, José Luis Ochoa Sanz, José Antonio Castellano Hualde, Teodoro González Coscolla, José Luis Ramírez Álava, Esteban Galindo Agorreta, Vicente González Remón, Javier Añón Diago y Rafael Remírez de Ganuza Casado, los nueve presidentes que ha tenido la Orden del Volatín en sus 50 años de historia fueron homenajeados el pasado sábado en el día grande de las 25º Jornadas de Exaltación y Fiestas de la Verdura de Tudela y la Ribera.

La entidad tudelana, fundada en el año 1969, aprovechó su Capítulo General para reconocer la labor que han llevado a cabo estas personas por preservar y divulgar las costumbres y tradiciones de Tudela. Vicente González Remón agradeció en nombre de los familiares representantes y presidente de la Orden del Volatín homenajeados. “Nos sentimos muy honrados y orgullosos de este reconocimiento”, aseguró y recordó que hace 50 años un grupo de amantes de las costumbres y tradiciones tudelanas y navarras comenzó a reunir todo lo que hasta esos momentos se estaba o había perdido en Tudela y la Ribera. “Era el comienzo de la Orden del Volatín cuyo objetivo genérico fue, ha sido y será recuperar y potenciar y mejorar las tradiciones navarras con especial hincapié en la de la Ribera de Navarra, mejorando el conocimiento de nuestra realidad y de nuestros productos fundamentales”.

EMBAJADORAS La Orden del Volatín, que hace solo un mes y medio anunció la modificación de sus estatutos para dar cabida a las mujeres en la entidad, nombró en este acto a sus primeras Damas de Honor. La cocinera Elena Arzak (Donostia, 1969) y la nadadora paralímpica Teresa Perales (Zaragoza, 1975) se convirtieron en las primeras mujeres en recibir este título.

Tanto la cocinera donostiarra como la nadadora zaragozana agradecieron el privilegio de estrenar la lista de Damas de Honor y asumieron su condición de embajadoras de las verduras de Tudela y la Ribera. En su intervención, Arzak recordó la defensa de la verdura que ha hecho su padre, Juan Mari Arzak, desde que diera sus primeros pasos en el restaurante familiar, y añadió que es un producto que ha conseguido que la ciudad siempre “haya estado de moda aunque los tudelanos no se hayan dado cuenta”. Por su parte, Perales manifestó que, en su condición de deportista, la verdura tiene una presencia constante en su alimentación “por la necesidad no solo de entrenar sino también de mantener la condición física de manera continua”.

Junto a Arzak y Perales fueron reconocidos con las Distinciones de Honor la peña La Teba de Tudela, que como la entidad organizadora del acto celebra este año su 50º aniversario, y la Cofradía del Queso Manchego. Asimismo, la Comunidad de Bardenas Reales recibió el Premio a la Exaltación de la Verdura “por su compromiso con la Ribera de Navarra y por su implicación en esta comarca”.

concurso Un día después, las actividades de las jornadas continuaron con el 11º concurso de guisos de verduras. La Zona Comercial del Barrio de Lourdes (ZCBL) y la Orden del Volatín con la colaboración del Centro Lasa y del Centro Cultural de Mujeres del Barrio de Lourdes lo recuperaron después de que en 2018 no se celebrara. La participación en esta ocasión no fue tan alta como en otras ediciones, “debido a la jornada electoral y a que había gente apurando las vacaciones de Semana Santa”, apuntó la presidenta de la ZCBL, Beatriz Blanco Ariza.

No se notó, sin embargo, el bajón en la degustación de productos de la huerta tudelana, puesto que la organización repartió cerca de 800 raciones entre las personas que se acercaron hasta la plaza del Padre Lasa para seguir la 11ª edición del concurso de guisos con verduras. Por un precio de 1,5 euros pudieron degustar guisantes con jamón, espárragos a la vinagreta y pimientos del piquillo en salsa.

En lo que respecta al concurso, el jurado, integrado por María Dolores Jiménez, José Luis Iriarte, Emilio Garrido, Pedro Moracho y José Luis Riega, otorgó el premio a la Degustación a Joaquín Gil Madurga por su menestra de los cuatro ases (alcachofas, espárragos, guisantes y habas) y el de la Presentación a Ana María Gil Marticorena, que elaboró dos platos: tierra comestible sobre habas fritas con cocochas de bacalao al pilpil y una crema de alcachofa frita y peineta. Su hija Olatz Ayala Gil se hizo con el premio a la Innovación. También elaboró dos guisos diferentes, uno con tres sabores y otro con tres texturas, a los que denominó 3x2.