- Los centros de 0-3 años de Tudela han perdido un 15% de sus alumnos por el miedo de sus padres y madres al covid-19. Si el pasado curso había 276 alumnos, en este la cifra ha descendido en 34 niños y niñas hasta los 242.

También las nuevas matrículas han descendido y si al final del periodo de preinscripción la cifra era de 135, finalmente se apuntaron 118, “17 familias no se han querido matricular, seguramente en relación a la situación de pandemia que estamos viviendo”, indicó el concejal de Educación de Tudela, Pedro González.

Esta reducción de plazas, sin embargo, no va a conllevar una pérdida de empleo ya que, según explicó González, las educadoras que se hayan quedado sin grupo (desaparece un grupo de caminantes, 1-2 años, en María Reina y una unidad de lactantes, 0-1 año, en Lourdes) serán reubicadas a la atención de alumnos y alumnas con “necesidades especiales” cuyo número ha crecido.

Como ya sucediera en la presentación del inicio del curso tras el confinamiento, la gestión de la información a los trabajadores y trabajadoras ha sido muy criticada desde la parte de UGT del Comité de Seguridad y Salud, que acusó a González de usarlos como “meros receptores de información, siempre después de decirlo a la prensa. No nos ha dado información, no ha negociado y éste es el Comité de Prevención, no de información. Somos el Comité de Seguridad y Salud y no nos ha dejado participar en absoluto”, indicaron.

Si bien González anunció que ayer hicieron pruebas a las 50 trabajadoras de los centros y el lunes a los de la Escuela de Música, desde UGT se recordó que “nos alegramos de que empiecen a hacer pruebas a sus trabajadores, que también pedimos en junio para las piscinas, policías y otros que no están de cara al público, pero nos dijeron que ‘no era una cuestión obligatoria ni posiblemente eficaz’”.

Además, señalaron que a algunas de las 50 trabajadoras de estos centros “les han hecho venir desde donde estuvieran en sus vacaciones para la prueba obligatoria de PCR porque necesitaban tenerlas hechas hoy para la rueda de prensa”. Dado que el concejal ha criticado al Gobierno de Navarra por no hacer las pruebas y realizar “dejación de funciones” con respecto a los centros 0-3 años, desde el comité indicaron que “somos trabajadores del Ayuntamiento, no del Gobierno. Es tu empresa, son tus trabajadores”.

Si bien el concejal recibió ayer numerosas críticas del Comité de Seguridad, fue el propio edil quien lanzó también numerosas acusaciones al departamento de Educación del Gobierno de Navarra.

González acusó al consejero de que “desde el inicio de la pandemia los ayuntamientos nos sentimos abandonados en el ciclo 0-3 años. Desde el primer momento ha habido dejadez y dejación de funciones. Nos sentimos bastante abandonados. Me sorprendió que el consejero dijera que era cosa de los ayuntamientos, cuando la financiación depende del convenio con los consistorios”.

El responsable de Educación de Tudela reconoció que el tiempo en que se volvieron a abrir los centros infantiles, entre el 29 de junio y el 21 de julio, no se hizo con “las condición es que deberían tener las escuelas infantiles”, cosa que achacó al mandato del Gobierno de que debía volver a abrir las aulas. “De la noche a la mañana recibimos una hoja de instrucciones del director general de Educación que decía que como se había acabado el estado de alarma se tenía que volver a abrir. Nos supuso un trastorno muy grande. De los 276, tuvimos 50 solicitudes y abrimos con tres días de margen. No nos dio tiempo material a un inicio regulado, organizado y que respondiera a las condiciones que deberían tener las escuelas infantiles. Resultó bien en la medida en que se pudo dar el servicio, pero ahora que la situación es diferente consideramos que es importante la situación de los trabajadores en relación a su propia salud”.

De esta forma señaló que entonces no se les realizaron las pruebas que pidieron los sindicatos por “el tiempo, la decisión precipitada y además la situación de pandemia era mucho menor”.

El curso comenzará el próximo 7 de septiembre con 82 niños y niñas en Santa Ana (14 menos que el curso anterior), 79 en María Reina (15 menos) y 81 en Lourdes (5 menos). Antes, los días 2 y 3 de septiembre, cada educadora mantendrá una reunión con los progenitores y les explicará todos los cambios como la entrada y salida (en grupos separados por pequeñas variaciones horarias), los horarios, las siestas (pies con cabeza y con separación), la imposibilidad de dejar los carritos (excepto en Santa Ana) y el concepto de los grupos burbuja para no mezclarse entre clases, ni siquiera en los recreos. Además, para mayor seguridad se ha establecido la norma de un único acompañante por niño o niña así como la prohibición de entrar juguetes del exterior. En cuanto a los periodos de recreo, se han organizado salidas escalonadas al patio con separaciones de los mismos mediante el uso de elementos físicos.

Por último se van a mantener dos servicios de madrugadores en María Reina y en Santa Ana, ya que se da la coincidencia de que todos los que necesitan se encuentran dentro del mismo grupo. A estas medidas se unen la desinfección de las instalaciones por Protección Civil. González llamó a la prudencia de los padres y madres para no llevar al menor al más mínimo índice de fiebre o malestar.

“En junio nos dijeron que las pruebas no eran una cuestión obligatoria ni posiblemente eficaz”

“Somos el Comité de Prevención y no nos han dejado participar”

“Cuando se abrió en junio no se hizo con las condiciones que deberían tener las escuelas infantiles”

“Desde el primer momento ha habido dejadez y dejación de funciones”

Concejal de Educación