La Asociación de Amigos y Amigas de Olentzero de Tudela entregó ayer el premio Olentzero 2020 a los más de 1.300 sanitarios tanto del Hospital Reina Sofía de Tudela como de los centros de salud de toda la Ribera “en agradecimiento a su gran labor profesional en esta pandemia”, a pesar de las dificultades sufridas durante estos meses.

Esta 23ª edición fue diferente por las normas de seguridad y, por este motivo, solo entregaron premios de dibujo a los ganadores de las categorías y no a los que también obtuvieron los accésit. En la categoría A (de Infantil a Primero de Primaria) el ganador fue Hugo Briñas Arellano (4 años) alumno del colegio Huertas Mayores de Tudela. En categoría B (de Segundo a sexto curso de Primaria) el primer premio fue para Leo Rodríguez (9 años) del colegio San Bartolomé de Ribaforada.

los agradecimientos Tras un aurresku que el alumno de la ikastola Argia, Jagoba Arambarri, dedicó a la gerente del Hospital Reina Sofía, Ana Beamonte, y a Tere Rubio (jefa del servicio de medicina interna), recibieron el premio en nombre de todos los sanitarios.

Beamonte destacó su emoción por las palabras de apoyo a los trabajadores del área de Salud de Tudela, y añadió que “ha sido un honor representar a todos”, agradeciendo el premio que “reconoce la labor profesional y humana que estamos realizando los profesionales de la salud durante esta crisis sanitaria”. En este sentido añadió que “este reconocimiento supone la puesta en valor del esfuerzo del compromiso, del valor, de la generosidad, de la humanidad. Un reconocimiento a médicos y enfermeras y personal sanitario porque no cabe duda de que ellos son los garantes de la salud de la población, los que están en primera fila y los que asumen la mayor parte del riesgo”.

La gerente recordó también la imprescindible labor de todo el personal no sanitario “que trabaja en recursos humanos, en logística, en limpieza, en ambulancias, mantenimiento... porque desempeñan una labor fundamental en el funcionamiento de todos nuestros centros”. En el capítulo de agradecimientos también se acordó de los “directivos, jefaturas y mandos intermedios que en sus diferentes niveles y cargos debemos liderar sin perder de vista la calidad y la eficiencia requerida teniendo en cuenta además el compromiso ético con el paciente y con el sistema sanitario”. También puso su acento en toda la sociedad ribera por sus innumerables muestras de apoyo. “Recordamos las donaciones de gorros y batas de particulares y de empresas, que tanto nos ayudaron cuando los epis escaseaban, los vídeos de apoyo, los dibujos y cartas de los más pequeños, las donaciones económicas, el altruismo de otros que cedieron sus instalaciones para poder albergar a los más desfavorecidos”. Asimismo se dirigió a los medios de comunicación “por su infatigable esfuerzo por recoger toda la información diaria y su contribución a la difusión de nuestro trabajo, sin su ayuda nuestro trabajo seria invisible”.

Por último, y de forma más emotiva, se acordó de “nuestras familias por su apoyo incondicional, por su fortaleza, confianza, generosidad y humanidad al comprender nuestra vocación de servicio y la necesidad de anteponer nuestra labor al miedo, a la incertidumbre y al riesgo para nuestras propias familias”.

valores La gerente del área de Salud destacó los valores de todo este sector que les ha llevado a recibir también la Medalla de Oro de Navarra. “La implicación, el compromiso social y el trabajo en equipos multidisciplinares. Han tenido y tienen que adaptarse constantemente a protocolos, a tratamientos y a pruebas diagnósticas y al manejo clínico del paciente en tiempo récord. Nuestros profesionales se enfrentan cada día a una situación complicada poniéndose al servicio de la ciudadanía pese al miedo e incertidumbre”.

“Gracias a nuestras familias por entender la vocación y el hecho de anteponer nuestra labor al miedo y al riesgo”

“Supone poner en valor el esfuerzo, la generosidad y el compromiso”

Gerente del área de Salud