"Cuando pones la cara, te la pueden partir. Yo aquí he venido a trabajar, no cobro un duro del Ayuntamiento, estoy jubilado y no tengo ninguna necesidad. Estoy aquí por amor a Murchante". Con estas frases, el alcalde de Murchante, Luis Sancho (PSN) retrata su estado de ánimo después de que recibiera insultos y amenazas la madrugada del 15 al 16 de agosto, por suspender las fiestas.

Según narra el primer edil alrededor de 40 jóvenes se acercaron a su casa con la música a todo volumen y soltando insultos contra él e incluso llegaron a dar "varias patadas en la puerta". Este acto vino precedido de algunos enfrentamientos con fuerzas del orden. Sancho aseguró ayer que se sentía muy "arropado" por la población de Murchante pero también por "todos los alcaldes de la Ribera de todo el arco político que me han llamado y se han solidarizado conmigo", así como numerosos consejeros del Gobierno, tanto de su partido como de otros, y la propia presidenta Chivite.

Pese a todo, Sancho asegura estar "tranquilo" y no comprender que este grupo de jóvenes de entre 28 y 30 años a los que "tengo perfectamente identificados porque en Murchante nos conocemos todos" la emprendan con él cuando "lo único que hago es asumir los mandatos del Gobierno de Navarra, como todos los ayuntamientos". Murchante habría comenzado hace unos días sus fiestas que, como todas las localidades riberas, el Ayuntamiento suspendió si bien "hubo un grupo en la comisión que no estuvo de acuerdo".

El alcalde cuenta cómo los hechos venían precedidos de otros altercados la madrugada anterior, la del 14 de agosto. "Este grupo de jóvenes hizo una quedada para una fiesta campera en Murchante, con comida y test de antígenos, como si eso fuera la panacea". La cita se realizó en un lugar pero finalmente, para despistar a las fuerzas del orden, se cambió a una localidad cerca de La Rioja donde sí se llevó a cabo. "Lo que más me preocupa es que son un grupo de gente de 28-30 años que arrastra a otros críos mucho más jóvenes", indica. Tras volver en autobuses por la noche (unas 200 personas) bajaron con caretas con la foto del alcalde y tuvieron varios problemas con la Guardia Civil ya que no respetaron el toque de queda y "comenzaron a tratar de jugar con ellos corriendo por las calles y cruzando contenedores".

La fiesta siguió en la madrugada del día siguiente, cuando entre 30 y 40 jóvenes, rompieron de nuevo el toque de queda y se dirigieron a la casa de Luis Sancho con la música " a todo volumen", "profiriendo insultos" y pegando en la puerta. "Ahora van diciendo en el pueblo que no llegaron a casa, pero tengo el vídeo grabadado donde se les ve".

Sancho, que trata de mantener la convivencia en la localidad ha negado que vaya a dar pasos legales. "Tengo pruebas pero no las voy a usar, de momento, aunque sé quien está detrás de todo esto". El alcalde ha indicado que confía totalmente en los cuerpos de seguridad que "están encima" y a quienes ha dicho que "valoren con sumo cariño las actuaciones a realizar porque cuando pase el covid aquí tenemos que seguir conviviendo todos".

El Ayuntamiento ha emitido también un comunicado para la localidad en la que los ediles socialistas, y el representante de Navarra Suma, se hacen partícipes de las decisiones del alcalde con respecto a la covid-19. "Murchantinos x Murchante no ha querido firmar aunque dicen que apoyan. Yo no entiendo su posicionamiento", señala.

Murchante sigue con el toque de queda hasta el 26 de agosto, "espero que no se vuelva a repetir", indica Sancho.