El candidato por Contigo Tudela, Eneko Larrarte, lleva años viendo las fiestas dentro de una gigante y por eso su mejor momento del año es cuando entra en la catedral para bailarla el 24 de julio. Con una variada trayectoria profesional, dejó la dirección de Vivienda para volver a aspirar a la alcaldía. Su rincón preferido es el entorno de la Magdalena.
¿Por qué decidió presentarse?
-No me gusta nada lo que hay y veía que había energías para construir un proyecto colectivo renovado y con opciones a dar la vuelta al Ayuntamiento. Estoy muy contento del trabajo que hicimos dentro del colectivo de independientes y de la integración con los partidos. Ha sido un año y medio muy intenso de trabajo, reuniones, escuchar y llegar a consensos.
¿Es muy diferente la Tudela de 2015 a la de 2023?
-Si. Tudela está distinta. Había mucho más movimiento asociativo y reivindicativo en la calle que ahora pero era reflejo de lo que pasaba en el país. Se venía del 15M del 2011 y ahora es diferente. Me ha sorprendido la fuerza y la cantidad de gente que hemos encontrado con ganas de implicarse. Se ha producido un interés por la política de mucha más gente que la que pensaba. No de una manera canalizada por los partidos políticos, sino como personas independientes. Me ha sorprendido en gente muy ideologizada y en elecciones municipales.
¿Es consciente de que puede gobernar o perder e ir a la oposición?
-A nivel personal es una apuesta importante. He dejado la dirección general de Vivienda con un trabajo muy enriquecedor y buen salario, por un proyecto colectivo y dar la vuelta al Ayuntamiento porque no nos gusta el que hay. Eso puede salir bien o no. Tenemos buenas sensaciones y que el resultado puede ser bueno, pero a nivel personal es una apuesta arriesgada.
Dice que veía necesario un cambio en la ciudad, ¿cómo veía Tudela?
-Veía un Ayuntamiento que no reconocía. La pasada legislatura UPN nos dio duro y hubo críticas fuertes pero sobre todo en la campaña, cuando creo que cogió los mandos el señor Toquero. Pero me parece que entonces se trabajó más por construir un proyecto colectivo, como con la EMOT que fue con el conjunto de los grupos (aunque luego la modificaron para un campo de golf) o el acuerdo político que con los vecinos del casco viejo. Trabajábamos de acuerdo con la ciudadanía y creo que en esta legislatura mi sensación es que UPN no lo ha hecho, Ciudadanos y PP no han abierto la boca ni contradicho lo que hacía o decía Toquero. No me gustaba eso ni cómo se estaba manoseando ni utilizando el Ayuntamiento como herramienta partidista de UPN para atacar al Gobierno. Ese no es un buen futuro para Tudela. Tengo la vena de servicio público y de intentar hacer las cosas bien y no se están haciendo bien.
¿Qué ha sido lo peor de los 4 años?
-Lo peor creo que es poner el partidismo y los intereses personales del candidato de UPN por delante de los intereses generales de la ciudad. Eso se ha visto en las relaciones con el Gobierno. No se puede estar faltando al respeto al Gobierno o a la presidenta, es negativo para el Ayuntamiento por muy positivo que pueda ser para los intereses de UPN o de alguien que quiere labrarse el futuro político en la derecha navarra o en la española. Eso es lo más grave. Ha habido censura a artistas, impedimentos a reivindicaciones de colectivos sociales en la calle y así no es Tudela, ni lo que a mi me gusta para mi ciudad.
¿Qué proyectos cambiaría si pudiera?
-Habría que verlo cuando entremos, examinar los pliegos y la situación de las obras. Solo sabemos, por planos porque no ha habido una visita a la obra, pero el Corredor Verde no nos gusta, lo dijimos ya en la adjudicación, donde se primó el coste y el plazo, para poder inaugurar parte de la obra antes de las elecciones, y no el proyecto técnico. De hecho ganó una oferta que no era la mejor oferta técnica. Vistos los datos, el 37,5% es obra civil, solo el 12% es arbolado y se retiran 92 árboles y se plantan 37. Eso no es un corredor verde. Lo que no vamos a hacer es destruir lo que se ha hecho, pero intentaremos corregirlo.
¿Cuál sería la primera decisión que tomaría si llegara a la alcaldía?
-Como gesto simbólico invitaría a comer a casa a los portavoces de los grupos porque hay que recuperar cierto tono y relación porque hay objetivos que son compartidos. Eso es urgente. No podemos tener una resaca electoral de meses y que contamine toda la legislatura. También revisaría las sentencias y recursos contra el personal que tiene planteados el actual Ayuntamiento (van a recurrir la última sobre trabajadores de Cultura), y me sentaría con ellos para llegar a un acuerdo porque son situaciones que afectan al servicio. Se trabaja mejor cuando se respetan los derechos de la gente que cuando se genera cierto acoso. Es fundamental un cambio de clima político y laboral.
¿Cuáles son los ejes principales de Contigo Tudela?
-Vamos a cambiar cómo hacer las cosas, hacerlas con la gente y para la gente es fundamental. Si haces un Plan Urbanístico de la ciudad no lo puedes hacer de espaldas a la gente porque es para ellos. Hemos escuchado a las personas, queremos seguir haciéndolo y planteamos un nuevo modelo de ciudad que focalice sus energías en crecer hacia dentro, una regeneración urbana, recuperación del casco viejo, con rehabilitación de muchas casas en el Ensanche o en el Barrio de Lourdes. Hay que extender las zonas de rehabilitación preferente a zonas como Griseras o Ensanche. En la vertiente más social, colectivos como mayores o jóvenes han de tener más presencia en las decisiones políticas, planteamos un centro de ocio para que realicen un envejecimiento activo, hay que plantearlo desde lo público y lo ubicamos en los antiguos juzgados. De cara a los jóvenes, a la adolescencia, hay que tener oferta de ocio alternativo para que no vayan todos los días a pueblos de la Ribera porque aquí no tengan el ocio que les gusta. Para familias, de la mano del Gobierno, un impulso por la vivienda publica de alquiler haciendo una intervención en la plaza de la Vida. En Cultura recuperar la cultura en la calle, el clima de confianza en el personal para que tenga su reflejo en el trabajo con los colectivos. En empleo tender puentes con el Gobierno para intentar localizar parte de la industria auxiliar del automóvil eléctrico. Es fundamental que el tejido productivo tenga más variedad que la actual, recuperar la Cooperativa de Labradores para hacer una oferta formativa en sectores como la construcción sostenible (tiene mucho que ver con el modelo de ciudad que planteamos y la recualificación de los gremios de cara a la rehabilitación) y el sector de las industrias culturales y creativas.
Proyectos que cambiarían Tudela.
-Cuando se invierte dinero hay que hacerlo en proyectos que transformen la vida de las personas. En la legislatura pasada se hicieron bastantes obras, se dejaron financiadas muchas otras pero hay dos que ejemplifican: el vial de huertas mayores y el ascensor del Barrio. Planteamos un ascensor en la calle Manresa para conectar la avenida de Zaragoza y el centro de Salud, en paralelo a la obra de Coscolín hay que meter mano a la plaza Vieja, eliminar sus barreras arquitectónicas y hacerla más acogedora. También planteamos para el Barrio una biblioteca y un parking en el colegio de Lourdes (analizar si en superficie o en altura), además de la apertura del espacio de ocio en los antiguos juzgados, recuperar Sementales (para una función de una muestra permanente de Rafael Moneo, espacio pequeño para congresos, para la creación artística y un pequeño restaurante de cierta calidad). También San Nicolás ha de ser un edifico para meter cultura en el Barrio y el uso de los vecinos.
¿Qué haría con el estadio de fútbol?
-Obcecarse en meter allí varios millones en fases no es la mejor decisión. Hay que prolongar su vida útil mientras se construye otro en otra zona, quizás en Clara Campoamor.
¿Qué carencias tiene Tudela?
-Tiene un problema real de limpieza pese a haber invertido una importante cantidad de dinero. También de congestión de tráfico y un modelo de ciudad que hay que cambiar, más verde, accesible, cercana... Por último le falta también una especialización en sectores productivos y que la formación vaya acorde a esos sectores.
Puede repetirse un bipartito, ¿qué aprendió de la experiencia de 2015?
-A tener muy claro qué es la institución y qué es el partido. Patinamos al principio en alguna posición que mantuvimos como institución y que tenía que ser como partido. A partir de ahí aprendimos a generar consensos, ceder, dialogar y negociar y es clave para el futuro gobierno.
¿Cómo es respeto a 2015?
-Con más experiencia en la gestión pública, un conocimiento más detallado de cómo funciona el Gobierno . He reflexionado sobre las necesidades de la ciudad y las tengo claras respecto a las prioridades. En 2015 no tenía esa experiencia, acumulaba 4 años en la oposición y aprendí mucho con Milagros Rubio. Era más temperamental e impetuoso y ahora más reflexivo y con más capacidad de gestión.