La plataforma Beire - Pitillas por una sanidad digna acudió ayer al Parlamento de Navarra para pedir que se recupere la atención sanitaria diaria y presencial en los dos pueblos. Milagros Lacheta, Santiago Puyales, Santiago Costa y Jesús Izco participaron en la sesión de trabajo en comisión parlamentaria para exponer la situación en la zona y pedir “soluciones políticas” ante la reducción del servicio de Atención Primaria. La problemática se remonta a diciembre de 2019, cuando Salud redujo las horas de atención en ambos consultorios, momento en el que se pasó de una atención diaria de 30 horas semanales entre los dos pueblos, a 10,5 horas y con dos días seguidos sin médico en Beire.

Costa, que agradeció la disponibilidad del departamento de Salud para el diálogo, expresó que la falta de servicios esenciales “hace que nuestros pueblos se nos mueran en las manos”, apuntando a la despoblación como consecuencia directa de la reducción de la Atención Primaria. “Si de verdad está en la agenda política luchar contra la despoblación en Navarra hay que tomar medidas políticas y no solo técnicas”, concretó Costa. La actual situación se debe, como se explicó ayer, “a una reorganización de recursos” por parte del Gobierno de Navarra. El nuevo planteamiento de atención se debe a una redistribución de la cartera de trabajo en la zona, puesto que en Caparroso, municipio contiguo, tenía 2.728 pacientes y dos médicos, mientras que la suma de Beire y Pitillas era de 598 pacientes, según concretó Atención Primaria en su momento.

Patricia Fanlo, del PSN, reconoció durante la sesión de ayer que la medida “probablemente no ha sido la mejor solución” por parte del departamento, aunque afirmó que los profesionales de salud de la zona fueron consultados “y estaban de acuerdo”. “Aunque era una solución técnica, se ha vivido como un recorte que ha generado malestar y hay que buscar posturas de acuerdo y consensuadas”, concluyó Fanlo. Por su parte, Ana Ansa (Geroa Bai) mostró su entendimiento con los vecinos, con que sientan “una menor atención que en otros lugares”, aunque también matizó que “una atención presencial no radica necesariamente en una mejor atención”. En este sentido, la parlamentaria de Geroa Bai reflexionó sobre una nueva forma de atención, haciendo hincapié en los cuidados, en determinadas zonas y la necesidad de reforzar la Atención Primaria en todo el territorio.

Desde Navarra Suma, Cristina Ibarrola, destacó que “no existe ningún estudio ni análisis que justifique las medidas”. Además, ante la “rotación excesiva de personal”, otra de las críticas que se hace desde la plataforma, la parlamentaria de Navarra Suma pidió a Salud que “haga más atractivas las plazas rurales y les mejoren las condiciones”.

Milagros Lacheta pidió a los parlamentarios que se vuelva a la situación que tenían antes. “Estamos dispuestos a negociar las horas de atención que hay, pero lo que es inegociable es que tiene que haber un médico presencial todos los dáis”.

“Sin una Atención Primaria fuerte es imposible aspirar a un sistema sanitario universal y de calidad”, insistió Santiago Costa, quien defendió que esta “aporta mayores niveles de salud a la población a un menor coste” y “aumenta la equidad entre la ciudadanía y la cohesión del territorio”.

urgencias de olite A la reorganización de la Atención Primaria se suma, destacaron, el problema con la atención sanitaria en los pueblos por la supresión del servicio de urgencias nocturnas en Olite, el deficiente servicio de pediatría en la zona, la rotación excesiva del personal sanitario y la no sustitución en sus ausencias.

Unido, además, a los efectos de la situación actual en “consultas y tratamientos telefónicos, el deficiente funcionamiento de citas telefónicas, el aplazamiento de controles de patologías crónicas y el bloqueo del sistema de reclamaciones vía internet”. En este sentido, recalcó que la reducción de la atención presencial “ha sido la gota que ha colmado el vaso”. Así, destacó que uno de cada tres municipios navarros se encuentra en riesgo de despoblación y, según datos de la Federación Navarra de Municipios y Concejos, “en la última década seis comarcas habían perdido población”.