En el escenario actual de creciente conciencia ambiental y necesidad imperiosa de transitar hacia modelos económicos más sostenibles, Navarra emerge como un ejemplo destacado de cómo la innovación y el compromiso pueden converger para impulsar no solo la protección del medio ambiente, sino también el desarrollo económico regional.

La transición hacia una economía sostenible, además de ser una meta, se trata de una realidad en Navarra, donde políticas progresistas y colaboraciones público-privadas están transformando activamente sectores clave como la industria, la construcción y la energía. Estas iniciativas buscan mitigar los efectos del cambio climático y promover un uso más eficiente de los recursos, pero también tienen como objetivo posicionar a la Comunidad Foral como un líder regional y global en la adopción de prácticas sostenibles.

En este contexto, destacan iniciativas como Navarra Zirkular, lanzada en octubre de 2022. Con el fin de promover la revalorización y reutilización de recursos, Navarra Zirkular se situa como un ejemplo a seguir en la transición hacia una economía circular, generando un impacto positivo en diversos sectores y fomentando la sostenibilidad en la región. Navarra Zirkular surge de la colaboración entre varias entidades gubernamentales y empresas. Impulsada por el Departamento de Industria y de Transición Ecológica y Digital Empresarial, el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, el Departamento de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera, y el Departamento de Cultura, Deporte y Turismo, esta iniciativa también cuenta con el apoyo de las empresas públicas Sodena y GAN-NIK, así como de la asociación de empresas de la merindad de Estella-Lizarra, Laseme. Esta alianza multisectorial asegura una implementación eficaz y una amplia cobertura de la iniciativa.

Desde su lanzamiento, Navarra Zirkular ha logrado la adhesión de 211 empresas, involucrando a más de 61.000 trabajadores en la región. Este alto nivel de participación refleja el compromiso de la comunidad empresarial con la sostenibilidad y la economía circular. La iniciativa ha facilitado la realización de 71 proyectos de investigación y desarrollo (I+D), de los cuales 28 han sido financiados a través del fondo de residuos y tres han contado con el respaldo de programas europeos. Estos proyectos abarcan diversas áreas, desde la gestión eficiente de recursos hasta la innovación en procesos productivos, promoviendo prácticas sostenibles que reducen el desperdicio y aumentan la reutilización de materiales. La inversión en I+D es un componente crucial de Navarra Zirkular, ya que fomenta la creación de soluciones innovadoras y tecnológicas que pueden ser replicadas y escaladas en otros contextos. Además, implementa una variedad de estrategias para alcanzar sus objetivos de sostenibilidad. Algunas de las áreas clave incluyen la revalorización de residuos, la innovación en procesos productivos y la educación y sensibilización. A través de talleres, seminarios y campañas de comunicación, se intenta concienciar a empresas y ciudadanos sobre la importancia de adoptar prácticas sostenibles.

Asimismo, los proyectos de I+D se centran en la mejora de los procesos productivos para hacerlos más eficientes y sostenibles. Esto incluye la optimización de la cadena de suministro, la reducción del consumo de energía y la integración de materiales reciclados en la producción.

El éxito de Navarra Zirkular en sus primeros años ha sentado las bases para una expansión y evolución continua. Con un compromiso renovado de todas las partes involucradas, la iniciativa espera ampliar su alcance y profundizar su impacto en la región. Esto incluye la identificación de nuevas oportunidades de financiación, la incorporación de más empresas al programa y la promoción de colaboraciones internacionales que puedan enriquecer el enfoque de Navarra Zirkular.

CONSTRUCCIÓN SOSTENIBLE

Navarra ha establecido criterios estrictos para la construcción de edificios públicos y privados con consumo energético casi nulo. Esta apuesta por la eficiencia energética no solo reduce significativamente las emisiones de CO2, sino que también genera importantes ahorros económicos a largo plazo, tanto para las administraciones públicas como para los ciudadanos. La aplicación de la normativa Passivhaus en obra pública es un claro ejemplo de este compromiso. Esta certificación, que garantiza un consumo energético mínimo, se ha convertido en un estándar de sostenibilidad que se extiende al sector privado. Los edificios Passivhaus no solo ofrecen un confort interior óptimo, sino que también contribuyen a la lucha contra el cambio climático y la descarbonización de la economía.

No obstante, Navarra va más allá de la normativa y apuesta por la innovación tecnológica en el sector de la construcción. La creación del Clúster de la Industrialización de la Construcción – ICONS y la próxima llegada del Centro Nacional de la Industrialización y la Robótica en la Construcción – BAI son iniciativas que sitúan a la región a la vanguardia de la construcción del futuro. ICONS agrupa a empresas y entidades que trabajan en la optimización de los procesos constructivos, reduciendo el tiempo de construcción y los costes mediante la utilización de tecnologías avanzadas y prácticas eficientes.

El Centro BAI, por su parte, se dedicará a la investigación y el desarrollo de tecnologías innovadoras como la robótica y la automatización, que transformarán la manera en que se construyen los edificios.

A su vez, Navarra ha impulsado el uso de la madera como elemento constructivo principal, más allá de su función decorativa tradicional. La región ha promovido políticas y proyectos que valorizan este recurso renovable, integrándolo de manera innovadora en la construcción de viviendas y edificios públicos. Este enfoque no solo promueve la sostenibilidad forestal, sino que también aprovecha las propiedades naturales de la madera para mejorar la eficiencia energética de los edificios. La utilización de la madera en la construcción no solo es sostenible desde el punto de vista ambiental, sino que también crea nuevas oportunidades económicas en el sector forestal y maderero de Navarra.

La sostenibilidad energética en la construcción no se limita a la obra nueva. Navarra también está impulsando la rehabilitación y renovación de edificios e infraestructuras existentes. Esta tendencia reduce la huella de carbono del parque inmobiliario, a la vez que también revitaliza el tejido urbano y mejora la calidad de vida de los ciudadanos.

APUESTA POR LAS RENOVABLES

En el ámbito de las energías renovables, Navarra ha sido pionera en Europa, especialmente en energía eólica. Desde los años 90, la región ha apostado decididamente por la transición energética, desarrollando un robusto tejido industrial en torno a las energías limpias. Con más de 110 empresas dedicadas al sector, las energías renovables representan un componente crucial del PIB navarro y constituyen el tercer sector más importante de la región, solo detrás de la automoción y la agroalimentación. Estas empresas generan una significativa cantidad de empleos, representando el 10% del empleo industrial, a la vez que también contribuyen a la economía local con una facturación de 4.500 millones de euros, equivalente al 5% del PIB regional.

Por su parte, la Comunidad Foral cuenta con numerosos parques eólicos que aprovechan las condiciones geográficas favorables de la región. La innovación en este sector ha llevado a la creación y fabricación de aerogeneradores y sus componentes, lo que ha posicionado a Navarra como un líder en la exportación de tecnología eólica. Este liderazgo no se limita solo a la producción de energía, sino que también se extiende a la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías, consolidando la región como un centro neurálgico de la innovación energética.

Proyectos recientes de inversión en energía fotovoltaica y eólica, valorados en aproximadamente mil millones de euros, subrayan el compromiso continuo de la región con la expansión y la innovación en energías limpias. Estas inversiones están dirigidas a la construcción de nuevos parques eólicos y plantas fotovoltaicas, así como a la mejora de las infraestructuras existentes para aumentar su eficiencia y capacidad. Un ejemplo destacado es el proyecto CENER (Centro Nacional de Energías Renovables), que ha jugado un papel fundamental en la investigación y el desarrollo de tecnologías avanzadas para la generación de energía renovable.

Además, Navarra ha sido un precursor en la implementación de proyectos de autoconsumo y comunidades energéticas. Estas iniciativas permiten a los ciudadanos y empresas producir y consumir su propia energía renovable, fomentando un modelo descentralizado y sostenible de producción energética. Las políticas públicas han apoyado firmemente estos proyectos, ofreciendo subvenciones y facilidades para la instalación de sistemas fotovoltaicos en hogares, empresas e instalaciones públicas.

La estrategia de Navarra en energías renovables, además de centrarse en la generación de energía, también fija sus objetivos en la educación y formación. Se han establecido programas educativos y de capacitación en energías renovables, garantizando que la próxima generación de trabajadores esté bien equipada con las habilidades necesarias para continuar con esta tradición de innovación y sostenibilidad.