De forma inesperada, nunca esperamos que ocurran estas cosas, se nos ha ido a los 63 años Agustín Urrutia Sanzberro, padre, médico, un gran jugador de fútbol que fue y un amigo muy querido por todos los que tuvimos la fortuna de conocerle y tratarle. Estudió bachillerato en el colegio de Lekaroz, en el que ingresó en 1970 con apenas diez años, se doctoró en Medicina por la Universidad de Navarra y ejercía su profesión en la Clínica Benito Menni de Elizondo.

Agustín fue en los años 80 un gran jugador de fútbol en el CD Baztan en el que desarrolló toda su actividad deportiva, y no porque no le faltaran ofertas. La Real Sociedad de San Sebastián quiso ficharle en edad juvenil, lo que rechazó por continuar sus estudios de Medicina y así fue, durante una larga década, que los aficionados baztandarras pudimos disfrutar de la calidad de su juego y de sus goles, siempre más de 30 por temporada. 

El CD Baztan fue el equipo de su vida, siempre de delantero centro y como su club expresó al mostrar su dolor por su pérdida, “según nuestros socios más antiguos, Agustín Urrutia ha sido con diferencia el mejor jugador que ha pasado por el CD Baztan”. La edad le fue retirando, pero siguió siendo socio y ayudando con sus servicios, tanto pasando reconocimientos médicos, como asesor en primeros auxilios.

Tuvimos oportunidad feliz de tratarle apenas con 12 años, con sus amigos Santi Merino (futbolista en primera división con el Athletic Club, que tuvo que dejarlo por una grave lesión de columna vertebral), y los hermanos Tomás y José Joaquín Garmendia. Organizamos un campeonato local de categoría infantil con equipos de titulo rimbombante, Baztan Athletic, River Baztan, Txokoto United, y hasta desplazamientos dentro del valle, a Arizkun en taxi y como no entraban todos, de forma bastante irresponsable lo vemos ahora, ¡hasta en el portamaletas!   

Lo de futbolista de categoría era cosa de familia, por su padre Eusebio, “el médico de Elizondo” tan recordado, gran jugador en los años 40 en el CD Baztan y en el Azkoyen de Peralta, como hemos sabido en fechas recientes. Todos sus hijos, los hermanos Bernardo, Javier (+), Agustín (+) y Juan José, jugaron al fútbol con singular fortuna, aunque fue Agustín el más destacado por su calidad y extraordinaria capacidad goleadora, también padre de Javier, otro futbolista excepcional que todavía ejerce con su club de toda la vida. 

Como suele ocurrir, Agustín era el médico de cabecera de sus amigos cuando nos coincidíamos. “Oye, que se me duerme el brazo” y su respuesta: “Pues cómprate una cama más grande”. Estaba casado con Isabel Karrikaburu. Padre y madre de Javier y de María, casados con Naroa Telletxea y Javier Galarregui, y abuelo de Unai, que ya corretea por un campo de Giltxaurdi y que también ha sentido una gran pena y está triste.