Tras el éxito sin precedentes de los 33 de Atacama, recibamos con un fuerte aplauso a los 11 de Suiza. Pueden aplaudir ya, porque en este caso no va a haber retransmisión. Estaría chula, ¿eh? ¡Atención, que aquí sale a flote el tercer defraudador! Eso sí sería un Campamento Esperanza. En fin, lo mismo me está leyendo alguno de ellos, vaya morbazo. Por si acaso, saludo a los once de Suiza, país de bollos, chocolate, relojes y cuentas opacas. Aunque opacos los suizos? según y cómo, que cuando quieren, tienen un espíritu bien controlador. A un amigo mío que vivió allí, le denunció un vecino porque no usaba las bolsas de basura reglamentarias, que ni sabía que había que usar. Hasta le habían hecho fotos cuando sacaba la basura en sus bolsas, perfectamente opacas, pero que no eran las de la municipalidad, ya ven. Si las bolsas hubiesen llevado dinero?, pero llevaban basura, una ordinariez imperdonable.

Así las gastan los vecinos por ahí, bien atentos a cualquier movimiento de los desperdicios, incluidos los más íntimos. Que se lo digan al caganet de Nueva Zelanda, que ha tenido que purgar sus culpas recogiendo lo propio y lo ajeno. Idea fetén, por cierto, para ahorrarnos en Sanfermines unos cuantos turnos de FOCSA, la de poner al personal a recoger lo que van dejando. Cierto es que en fiestas vienen a campo abonao, nunca mejor dicho. Esto en Sanfermines dista mucho de ser una zona residencial, pero vaya, si en Nueva Zelanda con tres mierdas abren portadas de prensa, con un par de nuestros portales en San Fermín te hacen una serie en fascículos.

El caganet y los once de Suiza permanecen en el anonimato, pero del primero sabemos que ha pagado, sin pérdida de tiempo, con un servicio social. Así que los suizos, que tienen un año de plazo para regularizar su situación, podrían amenizarnos la espera con una ronda para todos. Lo de los relojes está ya muy visto así que mejor les pedimos ¿una de bollo y chocolatina?