Es el regalo del año, sin duda. Un tesoro al que ha costado llegar pero que merece la pena haberlo descubierto porque con él, el euskera, nuestra lengua, ha dado un paso más en su larga historia de pasado, presente y futuro. Sorioneku, Zorioneko es ya la palabra del año para Euskaltzaindia y UZEI. Por su importancia histórica, pero tambien por lo que está suponiendo ya su uso en los medios y las redes. Es para sentirse dichosos y aforfunados, protegidos por la sombra de esa mano que durante siglos ha estado oculta y que ahora podemos ver, como un símbolo más de una lengua que nos une y que tiene sus raíces muy profundas en estas tierras.
Sorioneku, en cualquiera de sus formatos, será uno de los regalos estrella de este Olentzero, para tratar de llevar esa dicha a quienes queremos. La mano de bronce, hallada en el yacimiento de Irulegi de Aranguren que lleva a cabo la Sociedad de Ciencias Aranzadi, con el escrito del testimonio más antiguo en lengua vascónica ha colocado el euskera en Navarra en el lugar que se merece. Pero no solo de pasado vive una lengua, el euskera necesita su uso en el presente para fortalecerse en Navarra. Palabra y euskera se dieron la mano de nuevo en Iruña en la final del campeonato de bertsolaris, una cita histórica seguida por miles de personas en el Navarra Arena. El euskera tiene pasado y no le falta futuro.