Dice Esparza (UPN) que la elección de Carlos Salvador para número 2 de cara a la alcaldía de Pamplona ha tenido que ver con el hecho de que “ha demostrado dignidad y compromiso, porque no ha querido renunciar a ser de UPN cuando el PP le ha dicho que o deja de ser afiliado de UPN o lo echan y le quitan el trabajo”. Se refiere Esparza a que Salvador estaba trabajando –o así– como asesor del PP en el Parlamento Europeo, cargo del que al parecer han prescindido los populares tras la ruptura PP-UPN. Total, que le han endilgado a Cristina Ibarrola un 2 que seguro que no se le hubiese ocurrido a ella, en la medida en la que Salvador ha estado en Madrid como diputado desde 2004 a 2019 –15 añitos haciéndonos pasar vergüenzas a los navarros con sus intervenciones a la derecha de Vox antes de que existiera Vox–, donde ya había estado seis meses como senador, y es poco probable que él e Ibarrola hayan coincidido más allá de algunos actos de partido. En todo caso, el diputado que recibió un galardón de la organización ultraderechista Hazte Oír nos ha caído en Pamplona y sería buen momento para pedir una desgravación en la contribución municipal, porque el bochorno puede ser demasiado para nuestros sistemas nerviosos. Un ejemplo, apenas: hace tres años puso este tuit; De los tres hijos de Pablo Iglesias e Irene Montero, dos tienen pene (Manuel y Leo) y una tiene vulva (Aitana) Vienen rebeldes. Esta es la clase de personaje que nos ha endiñado Esparza para la capital, un señor que provocaba vergüenza ajena en Madrid, en redes y que ahora la va a provocar aquí. No tengo nada en contra de que como especie animal que somos por mera estadística tenga que haber personas así sobre la faz de la tierra. Pagarlos con mis impuestos ya es otra cosa. Si este es todo el cariño que Esparza le tiene a Pamplona y a su grupo municipal no quiero imaginar quiénes metería él de 3 y 4 y sucesivos.
