Hay unos 1.600 agentes de la Guardia Civil en Navarra. Unos 160 de ellos trabajan en Tráfico, competencia que, se supone, a partir de julio va a asumir la Policía Foral, que ya regulaba el tráfico hasta que en 1959 Franco quitó esa competencia. Los guardias civiles que llevan Tráfico en Navarra y que quieran convertirse en forales para trabajar en Tráfico lo podrán hacer. Quienes no lo quieran, podrán reintegrarse en otras funciones en Navarra junto con sus más de 1.430 compañeros. Quienes lo deseen, podrán ir a otra comunidad a regular el tráfico. “Es una humillación hacia la Guardia Civil”, asegura Carlos Pérez Nievas, al que no se le oyen las mismas palabras hacia los forales que fueron desprovistos de sus funciones históricas en los 60 para traspasarlas a la Guardia Civil.

Pérez Nievas y otros muchos han sido los que han utilizado políticamente esta reclamación histórica –de UPN también– para vender la falsa idea de que se iba a expulsar a la Guardia Civil de Navarra, manipulando con sus eslogans, acudiendo a citas y reuniones que vendían esta opinión y trasladando a la opinión pública una realidad inexistente.

La Guardia Civil no se va de Navarra y la competencia de Tráfico es solo una de las labores que realiza. En lugar de alegrarse, de demostrar su supuesto navarrismo –Pérez Nievas empezó en CDN, ya parece quedarle poco o nada de aquello– lo sencillo es tirar por a calle de en medio, recordar a ETA –como si recuperar esta competencia fuese insultar a la Guardia Civil– y, en definitiva, echar mano del argumentario de siempre para menoscabar un asunto que no es sino fortalecer al cuerpo autonómico en algo que históricamente era potestad de Navarra, sin que ello suponga en ningún caso la desaparición de nadie ni de nada. Repito: aquel Guardia Civil que quiera ser Foral de Tráfico, podrá. Políticos navarros con sueldos navarros, pero poco más.