No recuerdo un solo nombre de los 4 componentes chicos de La Oreja de Van Gogh, que han comunicado hace unos días que su cantante, la medio navarra Leire, no sigue en el grupo. Conozco a la anterior cantante, Amaia, porque al igual que Leire tiene una voz preciosa y porque por desgracia ha pasado por problemas mentales graves que la han mantenido en el candelero muchos años, pero de ellos no me sé los nombres, más allá de que uno de ellos es el hijo del ya fallecido Txiki Benegas. Así que visto que ellas son super conocidas y por lo que se ve muy queridas por los fans del grupo, entre los que no me encuentro –aunque he de reconocer que hay dos o tres canciones que me gustan–, pues igual lo suyo es que se junten ellas y hagan dúo con 4 músicos contratados y aquí todos contentos. Pero me da que esto no va a funcionar así, que va a ser que hay contratos de por medio y propiedades de la banda y de las canciones e incluso empresas, hasta se dice que Leire Martínez era una mera contratada de la banda y que la propiedad del grupo sería de los demás y, quizá, todavía también de Amaia Montero. Curioso mundo este el de la música, como siempre ha sido, con muchos días de vino y rosas pero también montones de traiciones y disputas a cuenta de la autoría de letras y música, reparto de derechos de autor, royalties, etc, etc, etc. De hecho, si te pones a mirar en casi todas partes ha habido historias de desencuentros bien por dinero, por el camino a tomar o por todo junto. No sé cuál es el motivo aquí, imagino que con el tiempo se sabrá, pero de lo que no cabe ninguna duda es que de momento las que peor lo están pasando son la expulsada del grupo y la que dicen que volvería, que ya ha declarado que lo está pasando mal y que no se plantea algo así. Todo un culebrón en una de las bandas punteras de primeros de siglo y que aún sigue en la brecha con 4 integrantes casi anónimos.
