Cogeré la villavesa unas cinco veces a la semana, salvo en verano, así que la cogeré 43 semanas, 215 viajes. Ahora pago 0,42 por viaje, si todo seguía así el día 1 iba a pagar 0,83. Son unos 90 euros más al año. No es mes a mes una cifra para cortarse las venas, pero, para familias y personas que sí estén en situaciones económicas más apretadas, la subvención es un claro alivio.
Hay personas a las que no les convenía el abono mensual de 30 euros que saco la Mancomunidad, porque no alcanzaban a esa cifra de viajes, pero que perfectamente se podían dejar 25 o 27 euros mensuales en villavesas. Ahora eran 13 o 14. Eso sí es dinero al cabo de un año. Las ayudas públicas tienen que ir encaminadas a, una a una, tratar de paliar el incremento de la vida e ir ayudando un poco aquí, un poco allá y, a ser posible, en función de renta.
La subvención para el transporte público no tiene en cuenta la renta, pero basta viajar para ver que va gente de todo tipo pero mucha de clase media y media baja, trabajadores, niños al colegio y a extraescolares, etc, etc. La negativa del PP, Vox, Junts a aprobar un paquete con decenas de medidas forma parte del tacticismo político, la negación posterior del PSOE a trocear las medidas para que no nos pase el rodillo por encima a los ciudadanos, también. Gobernar a veces tiene que ser buscar el bien común aunque uno salga algo escaldado.
Finalmente, PSOE y Junts negociaron este martes por bloques y asuntos como la mejora de las pensiones, los bonos de transporte, las ayudas a la dana o el ingreso mínimo vital van a salir previsiblemente adelante con el visto bueno de Junts. Bueno, no es lo ideal, lo ideal hubiese sido trocear el decreto entero y ver cómo se retrataban todos, pero estos políticos prefieren dejarse solo medio pelo en la gatera antes que cambiar de táctica ante sus rivales políticos. Algunos asuntos salvados, pero un pésimo sabor de boca.