Las compañías aseguradoras de vehículos tienen la sartén bien cogido por el mango a su favor. Ante un siniestro, aunque tú no tengas la culpa y el otro conductor asuma su responsabilidad y te dé el seguro asumiendo su culpa, aquí no se acaba todo, señores lectores. Es aquí donde empieza lo peor. El perito responsable de valorar los daños y aceptar un presupuesto es enviado desde tu propia compañía, no desde la compañía del otro asegurado que es el responsable del accidente. Y es ahí donde aparecen los problemas. Ante un peritaje mal hecho valorando los daños por debajo del valor real de la avería, te sientes engañado como asegurado, estafado y con una frustración por no entender cómo esto puede suceder. ¿Por qué no son independientes los peritos que hacen la valoración de los daños? Esto sería lo más justo al ser imparciales a la hora de valorar los daños. Pero no, las compañías aseguradoras tienen bien cogida la sartén por el mango y de esta manera ellos nunca pierden y se saltan la cláusula de seguro que dice que tienes asesoría jurídica gratuita por el arco del triunfo.

Yo tengo asesoría jurídica gratuita en mi póliza de seguros y me veo que si quiero reclamar a mi compañía el arreglo de mi coche tengo que buscarme la vida y encontrar un abogado por mi cuenta si quiero llevarlo a los tribunales. Si tengo que pagar un perito para dar una segunda opinión también lo tengo que pagar yo. Luego, si gano el juicio, me abonarán los gastos de todo. Y me pregunto yo cómo es posible que esto esté a la orden del día, que no sea yo un caso aislado, cómo se consiente desde las administraciones que corresponda permitir que esto esté pasando por dar todo el poder a las compañías de seguros. ¿Dónde se quedan los derechos de los consumidores? A todos nos obligan a tener seguro de coche para circular con el vehículo, y se supone que al pagar cada año nuestro seguro nos sentimos seguras de que si, por desgracia, pasa algún accidente, estemos cubiertas por el seguro. ¿Dónde se quedan los derechos de los consumidores? Pero es cierto entre comillas. Lo cierto es que cantidad de personas que tienen problemas como el que yo he expuesto se ven venir un montón de gastos entre abogado, peritaje, juicio, y por ello renuncian a denunciar y se quedan con los daños para asumir ellos mismos y a esto no hay derecho. Las grandes compañías de seguros cuentan con ello y por eso saben que la inmensa mayoría de las veces ganan y esto les supone un beneficio económico al que no están dispuestas a renunciar. Lo peor de todo esto es que el Estado se lo consiente. Deberían cambiar las leyes por unas más justas donde no se pisoteara a la gente honrada que cree en lo que le dicen cuando va a contratar su seguro de buena fe. Me gustaría, no sé cómo, encontrar la manera de que entre todos pudiéramos hacer cambiar esto. Yo creo que se tiene que poder. Quizás hablando con nuestros políticos o con el defensor del pueblo se podría avanzar algo.

Yo voy a seguir con mi demanda, aunque soy humilde y me va a costar no sé ni cuánto. Pero no voy a dejar que se me rían a la cara sin intentarlo.