Mi más profundo agradecimiento a todas esas enfermeras que nos habéis estado librando del maldito virus, curando las heridas, cuidando en los hospitales, educando en la salud, etcétera, y además sois el sol de vuestra casa, el norte hacia donde mirar, el criterio a seguir, etcétera, y además habéis hecho la dichosa oposición. Sois unas heroínas y tenéis más mérito que Margaret Court. Al resto de DUEs que habéis estado escondidas (o no disponibles) en casa, estudiando todas las horas del día y sin manchar ni un triste guante, en vez de daros las gracias, os doy la enhorabuena. Pronto tendréis vuestra plaza (mandando a alguna heroína al paro) y a medio plazo seréis directoras de área o consejeras de Salud. Por suerte para mí, nunca me curaréis una herida. Por último, un recuerdo a los examinadores, que han premiado la actitud egoísta de las segundas con un examen más que exigente. Lo siento. Me quedo con las primeras. ¡Ánimo!