Hace algunos días citaba las ondas, sin hache. Cavilando, recordé las que la llevan. Nada tiene que ver la una con la otra. Era un instrumento muy sencillo creado por el hombre para diversos usos. Su aparición se pierde en la noche de los tiempos. Se valían de ella para lanzar piedras.La Biblia cristiana cuenta cómo el joven David cuidaba del ganado familiar, ovejas, carneros... lo que había en aquellas fechas. A las fieras del campo que acechaban el rebaño las mantenía a distancia. La habilidad adquirida le había proporcionado certera puntería.Dice la historia que cuando se enfrentó con el filisteo, un gigantón que presumía de invencible, lo derribó de una pedrada que partió de su honda. Le acertó en la sien. Suficiente para abatirle.En la revistica que adjuntan con este periódico leí las investigaciones llevadas a cabo por el científico noruego Thor Heyerdahl sobre los guanches (canarios). Interesantísimo. Menciona la visita de los romanos (50 a.C.). Los visitantes comprobaron asombrados la eficacia y habilidad con la mencionada. Había llegado a oídos de Julio César su capacidad, de ahí que le invitaran a formar parte de su ejército. La idea era formar un grupo compacto engrosando sus tropas. Dicen las crónicas que también

.Los que leemos la prensa a diario nos enteramos tanto de la actualidad como de sucesos de hace siglos. Es una gozada, especialmente en estas fechas con la pandemia que nos azota. Alguna afición hay que tener. La mía, es evidente, la lectura y escribir. Razón por la cual tengo que agradecer a DIARIO DE NOTICIAS su acogida.A nadie le debe ser estirpado el derecho a opinar. Disponer de una página (Cartas al Director) para exponer opiniones, quejas, sucesos... Es formidable.“De callar, nunca te arrepentirás. Pero sí lamentarás no haber hablado cuando debías” (Confucio, 497 a.c.)