Durante años el diseño ha sido relacionado con hacer algo bonito. Estudias diseño industrial, diseñas la carrocería para Audi y la respuesta que recibes por parte de tus amigos y familiares es: “¡qué bonito te ha quedado!”. El diseñador está pensando en que gracias a la curva tangente que ha situado en los bordes de las puertas consigue una aerodinámica más efectiva, aligerar el coche y hacerlo más compacto para la facilidad de su estacionamiento. También ha logrado una mejor alineación del producto con la marca, sin embargo, opta por callarse. 

A pesar de que se trata de una realidad que poco a poco está cambiando, se trata de un pensamiento muy extendido en la sociedad actual, y este hecho hace que el verdadero valor del diseño quede mermado. Ahora bien, también es cierto que el diseño existe desde antaño, y que el buen diseño ha dado lugar a grandes éxitos como podría ser el teléfono de Harry Dreyfuss. En la década de 1930, Dreyfuss diseñó un teléfono para Bell Labs. El teléfono era negro con un dial giratorio, una base curva y un atractivo receptor, podría decirse que era bonito. Sin embargo, cuando los que hablaban por teléfono trataban de sujetarlo entre el hombro y la mejilla, el aparato se giraba y se caía. En 1953, Dreyfuss hizo las cosas de otra manera. El modelo 500 era más cuadrado, menos impresionante, pero mucho más útil. Gracias al asa más gruesa y la parte posterior aplanada del receptor, hablar con manos libres fue mucho más fácil.

El pensamiento detrás de la forma era raro para el diseño industrial de la época, sin embargo, hasta día de hoy todos han imitado su forma cuadrada. Este enfoque para hacer cosas indica que aquello que tiene en cuenta la usabilidad es lo que perdura, y esto ocurre porque en los últimos 50 años el mundo ha pasado de una economía industrial a una economía basada en las personas, que sitúa al consumidor en el centro del poder. Por lo que entender las necesidades emocionales y deseos de la gente es la clave del éxito. Y es justo aquí donde el diseño tiene vital importancia, puesto que se trata de una estrategia parala solución de problemas mediante la satisfacción de las necesidades de la sociedad.