En el primer estudio realizado por el Observatorio de la Soledad no Deseada de la Fundación Once, se destaca el enorme problema de esta nueva pandemia, que afecta a 1 de cada 7 españoles. En este estudio, se señala que esta patología, perjudica tanto la salud como la calidad de vida, disparando las bajas laborales y las enfermedades, que suponen un gasto de 1,2% PIB (14.000 millones de euros). El porcentaje de personas afectadas, se ha incrementado un 33% en la última década. Por otro lado, las estimaciones de los hogares unipersonales en 2035, se cifran en 5,7 millones con un incremento del 18,3% respecto a 2020, lo que supone tres de cada diez hogares tendrán esta situación, según un estudio del INE de finales del 2021. La soledad no deseada, junto a los hogares unipersonales siguen un rumbo de constante ascenso. Tal vez, la Inteligencia Artificial (IA) podría ayudar a tener una compañía a estas personas que se sienten solas. Llama la atención, como al adentrarnos en las series y las películas, a sabiendas que es un mundo irreal, nuestro cerebro tiene el comportamiento de vivirlas, al estar sintonizado para coger cosas que no son la realidad, convirtiéndolas en realidades propias. Por el contrario, la IA, tiene muchos detractores ante el temor de la destrucción del ser humano. Tal vez, ponerle límites éticos y morales a esta nueva herramienta, podría facilitar y ayudar ante los cambios de hábitos sociales que estamos observando, tanto en los hogares del futuro, como en la soledad no deseada del presente. A fin de cuentas, no han sido las máquinas quienes han determinado estos nuevos usos y costumbres. Más bien, existe la posibilidad de utilizarlas para que nos ayuden a tener un mundo de menor soledad.