El pasado lunes sobre las 15 horas subía por la vía para bicicletas en la cuesta de Labrit y casi a la altura del frontón escucho un pitido continuo sin parar y me alerto.

Era una villavesa que iba por detrás de una bicicleta ¡a escasos 3 metros! La persona que iba encima de la bicicleta vestía canas y parece que no se había dado cuenta de que tenía un carril para ir con la bicicleta. El conductor de la villavesa continuó pitando desde la plaza de toros hasta cerca del puente de la Txantrea.

El ciclista hizo mal porque no iba por su carril ¡pero el conductor de la villavesa muy mal! Estaba poniendo en riesgo que la bicicleta tuviera un accidente e incluso atropellarlo.

No sé de dónde viene tanta agresividad por parte del conductor. Quizá ya estaba cansado o quizá cada vez la sociedad es más individualista y violenta. Quizá sea valiente dentro de su habitáculo y contra el débil.

Dado que ambos son medios de transporte buenos para la ciudad, buenos para la sociedad, buenos para el medio ambiente, intentemos respetarlos y respetarnos.