Aquí, en la Ribera de Navarra puede sonar a chino, a algo de otra parte, a música celestial de txalaparta con trompa, a bombardino navarro, castañuelas, jota de vena hinchada o jazz americano. Pero no. Todo es navarro. Se trata de borrar las rayas en los mapas que han escrito en la historia los gobiernos, los imperios y que ahora vuelven a su ser pequeño de antes, a su ser natural como el tocino y la manteca.

Y lo preside Navarra, la presidenta de Navarra y además mujer. Cuántas vueltas da la vida, y en este caso para bien. Nos han devuelto lo que nos quitaron: la cultura, nuestra cultura , nuestro espacio y nuestro ser. Sin guerras, sin anexiones políticas, ni territoriales. Se respira aire sano, nuestros aires de bosque, mar, playa y desierto. Somos Región. Es para lo que se fundó la Unión Europea. La Europa de los Pueblos.

Espero que la presidenta María Chivite se dé cuenta de lo que supone ser navarra y lo explique en su pueblo y alrededores, en la Ribera, donde les suena a chino muchas de estas cosas. Los navarros, que entonces se llamaban vascones, ya fuimos habitantes de casi todos estos lugares. Cultura histórica. Explicando, que es gerundio, señora presidenta del Arco Atlántico.