Agua que discurría por la villa hasta llegar al molino, donde su noria repartía el agua a las azudas y regaba los huertos de arriba, río que con sus crecidas surtía de camarones las orillas.
El Ebro ha seguido su curso al igual que el tiempo, regaba y sigue regando la huerta lodosana, campos cultivados por nuestros abuelos y abuelas, campos de espárragos, de verduras, borraja, cardo, acelga, calabacín o calabazas y de pimientos. De nuestros pimientos del piquillo que nos han colocado en conocimiento de otros oídos, y en la mesa de otras gentes.
Hoy volviendo de esta gran concentración, donde he visto a nuestros mayores gritar por el cierzo, donde he visto a madres y padres clamar por el futuro de nuestras hijas e hijos y a las personas más jóvenes por el cuidado de lo que sus abuelas y abuelos construyeron.
Hoy volviendo de esta gran concentración, donde las voces al unísono decían que no, hemos pasado por la zona donde está prevista la construcción de una planta de biometano y mis emociones han chocado; alegría por lo vivido y tristeza por lo que podemos vivir si la moratoria de este jueves no sigue adelante.
Tristeza porque el beneficio económico y la política juegan siempre en el mismo bando.
El jueves la pelota está en el centro del campo, ¿para dónde harán que se mueva? Pedimos que esta vez se piense en nuestros mayores, en nuestra tierra, en un futuro sostenible, y sobre todo, en el deseo común de la población.
Queremos muchos años de mucha vida, de río, de Lodosa caudal de vida.
En Navarra, stop biometano. ¡Moratoria ya!
*Plataforma ciudadana Stop Biometano Lodosa/Sesma