Si tuviera que hacer un resumen, diría que ha sido una semana de vetos y maldades, seguro que no más que la media pero llama la atención lo repartida que ha estado la malicia. A los perros les han surgido nuevos enemigos, esos tipejos que depositaron en zonas verdes trozos de carne con alfileres, mientras que al llamado reino vegetal le ha tocado sufrir otro pequeño desastre tras la tala furtiva de hayas en Bertiz. Luego estamos nosotros, a los que nos pasa de todo. Así decides ir de juerga a la Tamborrada y te levantan el móvil, a la par que te fastidian la andada. Hasta 53 teléfonos recuperó la Policía Foral tras detener a cuatro personas que volvían de Donostia con semejante botín. En el plano de las censuras, ya saben? La implantación del mal llamado pin parental se ha topado en esta comunidad con el rechazo rotundo de las instituciones y sólo la coalición de derechas continúa negando la necesidad e importancia de una educación afectivo sexual, en pos de la igualdad y la prevención de abusos, para nuestros alumnos. Perdida la votación del veto educativo, siempre le quedaba al Ayuntamiento de Pamplona cancelar una charla sobre sexualidad por "inadecuada", después de que cuatro rancios ultraderechistas vocearan por una Navarra decente. ¡Cuánta vileza!