Así es la vida. Agur ama
Han sido dos historias cruzadas. Dos nombres propios que han salido en los periódicos con diferente final, pero con mucho en común. Un niño de 3 años caía al río Esca en una tarde aciaga en el mismo día que a una persona mayor que él -pero demasiado joven para morir- le comunicaban que sólo le quedaba tiempo para despedirse. Los dos se situaron al borde del adiós pero con trayectorias distintas. Izai, el txikito de Burgi, fue reviviendo milagrosamente a la misma velocidad que se apagaba mi ama, Conchita Corera. Nunca llegaron a conocerse, pero los dos supieron el uno del otro en ese cruce de caminos, cuesta arriba y cuesta abajo. Además han compartido como telón de fondo y piedra de toque la situación de la sanidad foral. Y en ambos casos las personas han estado muy por encima del sistema. Una enfermera rural, los profesionales del 112 y de la UCI convirtieron una pesadilla en un sueño. Izai volvía a su casa hace escasos días mientras que mi ama agonizaba en su cama, pese al acierto de un grupo oncológico bandera dirigido por Antonio Viúdez y la entrega del gran médico de familia y mejor amigo, Pablo Aldaz con todo su equipo. Los recortes en la sanidad rural estuvieron a punto de costar caros en el caso del niño roncalés. Las restricciones presupuestarias se cobraron -o al menos acortaron- una vida en el segundo caso. ¿Cuánto cuesta un escáner a tiempo? Ya no tiene vuelta. Hay que mirar al futuro. Y pensar en los demás. Precisamente por eso y mirando a la cara de los gobernantes, les tengo que decir que los recortes matan. Aquí y en África. En sanidad y en cooperación. Y hay responsables. No es dolor o rencor. Es prevención y defensa de los servicios públicos como tantas veces hizo ella en vida. Conchita volverá ahora a otro río, su querido Irati en Aós. Quizá sus cenizas se junten en el Mediterráneo con el agua salada que los vecinos de Burgi -mi otro pueblo- derramaron al ver que Izai se les iba. Lágrimas de angustia que se tornaron en lloros de alegría cuando volvió a nacer. Así es la vida. Agur ama. Seguiremos con tus cosas y tus causas. Beti arte.