El regalo del rey Lizaur

¿Recomendará en adelante el Ayuntamiento de Pamplona a las compañías que representen Otelo en el teatro Gayarre que el actor que encarne al protagonista -un moro de piel oscura- no sea un blanco maquillado? Habrá quien sostenga que la obra de Shakespeare y la cabalgata no tienen nada que ver, pero yo las contemplo como una representación, un montaje teatralizado con personas que actúan previo reparto de los papeles y que tratan de meterse en el cuerpo del personaje. Dicho esto, reconozco que la polémica suscitada por el intérprete de Baltasar en la Cabalgata de Pamplona ha llegado muy lejos: intervención de autoridades municipales, recogida de firmas, protestas de asociaciones de inmigrantes...; y todo ello ha derivado en el absurdo, en una asamblea extraordinaria de los organizadores del evento en la que, previa votación, no se decide que sí pero tampoco que no (al blanco maquillado de negro).

El debate en Pamplona no es sobre la actuación sino sobre la actualidad. No se discrepa sobre lo que transmite el personaje sino sobre la imagen que transmite. El Baltasar de Lizaur es un rey dinámico, que interactúa con los espectadores y con los niños; contrasta con la figura hierática y pegada al asiento de Melchor y Gaspar, papeles que en ocasiones han desempeñado vecinos populares pero nada acostumbrados a ese bullicio de gritos y peticiones de la masa agolpada en las aceras. Hay que reconocer que el Baltasar maquillado lleva bien esa lidia. Pero igual que la llevaría bajo el manto de Melchor o el de Gaspar, para quienes nunca se ha pensado en un hombre negro pintado de blanco. Llegados a este punto, que Lizaur ponga su interpretación por encima de la cabalgata me parece, a estas alturas de siglo y con la sensibilidad racial a flor de piel, una obstinación que no conduce a ninguna parte.

El mejor regalo que podía dejar el rey Lizaur el día 5 es su decisión previa de terminar con esta polémica. Que Baltasar sea negro (aunque sea un negro soso y parado o un tipo hiperactivo arriba y abajo de la carroza porque no creo que se haga un cásting previo...) y él ponga su cara blanca a un rey blanco. Los niños no van a perder la ilusión. ¿Porque se trata de eso, no?