Rudimentario - Al ya defenestrado seleccionador de España se la tenían guardada las huestes cavernarias, que salieron con todo contra él tras la bochornosa eliminación. “No dan para Más. Marruecos se basta con un fútbol rudimentario para tumbar el proyecto de Luis Enrique”, tituló en portada El Mundo, que hasta dedicó un bilioso editorial al asunto: “Finalmente, el verdadero patinazo lo perpetró ayer la selección que él, Luis Enrique, lidera -ahora ya sin duda- con más recursos de márketing que estrategia deportiva. Esta nueva hemorragia del fútbol español no es fruto de un mal momento, sino que tiene nombre propio, el del seleccionador nacional”.

Los valores de España - Herido en el orgullo patrio, el director de El Español, Pedro J. Ramírez, se ciscaba así en el asturiano: “ La falta de grandeza de esta Selección trasciende la dimensión meramente deportiva, y es el correlato de la falta de carácter de un equipo que ostenta la representación de todo un país”. Y como el fútbol no es política, remataba: “Las próximas convocatorias deben estar lideradas por un seleccionador que sea capaz de catalizar los valores nacionales y de hilvanar una identidad colectiva reconocible”.

Asturiano catalanista - Sangrando por la misma herida patriotera, el flagelador de El Debate Alfonso Ussía dejaba claro qué es lo que no le gusta realmente del exseleccionador: “Luis Enrique, el seleccionador de España, protagoniza un extraño caso identitario. Es un asturiano catalanista, que animó a los catalanes independentistas a votar en el refrendo ilegal”.

Solo Sostres con él - En ABC, Jesús Lillo lo comparaba directamente con el inquilino de Moncloa... y con el del Kremlin. “Luis Enrique, Pedro y también Vladimir”, llevaba por título la pieza. que se resume en esta frase: “Luis Enrique no es más que la adaptación al medio futbolístico de un modelo de caudillismo público que se extiende por todos los ámbitos”. Curiosamente, el único que le saca la cara es el inefable Salvador Sostres: “Antes de que la jauría salga a por el seleccionador, para cobrarle los resentimientos atrasados, quiero decir que yo soy uno de los que sigue pensando que lo que intenta hacer con sus equipos es exactamente lo que yo espero del fútbol, de mi hija, de la vida”. Cosas veredes...