No por conocido, me siguen sonando extraños esos gritos de “¡viva San Miguel!” lanzados al aire un 16 de julio. Lo digo por la fecha, no por las creencias, que allá cada cual? Es lo que ocurre en Cadreita desde el año 1994, cuando tomaron la decisión de trasladar las fiestas patronales al amparo del buen tiempo y de las vacaciones de verano, dejando la habitual cita de finales de septiembre para honrar al santo en las fiestas de la juventud. Pero pasa también en otras localidades, como Aoiz o Noáin, que pasean al mismo arcángel en procesión, aunque estos ya metidos en el mes de agosto. Hace años que el santoral y el calendario festivo separaron sus caminos. La llegada de la industria al ámbito rural (con la consiguiente alteración de los usos laborales) y las modificaciones en el calendario escolar están detrás de estos cambios que afectan a las tradiciones pero que buscan facilitar la mayor presencia de vecinos en los actos programados. No hay que olvidar que Pamplona fue pionera cuando a finales del siglo XVI logró autorización de la iglesia para llevar del 10 de octubre al 7 de julio la festividad de San Fermín. Si no recuerdo mal, solo Corella y Cortes permanecen inamovibles y gritando sus vivas a San Miguel el 29 de septiembre, como corresponde. En fin, que viva la fiesta.