ienvenidas las campañas para activar el consumo local, las iniciativas enfocadas a consumir mejor, que no más, apostando por lo cercano. Bienvenido también todo aquello que nos haga cuestionarnos si compramos más de lo que necesitamos, si no acumulamos demasiado, si no sería mejor de vez en cuando reutilizar en vez de estrenar, ser capaces de regalar aquello que no se compra y disfrutar más de lo que tenemos en lugar de desear tanto lo que aún nos falta. Difícil reto en este momento a las puertas del black friday. Pero creo que hay iniciativas públicas cuando menos cuestionables, encaminadas más al consumo descontrolado que al responsable, propuestas que bajo el paraguas de dinamizar lo local y que de partida van dirigidas a toda la población, acaban primando a unos pocos. Me refiero a la campaña de bonos PamplonUP que el Ayuntamiento de Pamplona sacó a la venta este miércoles. 136.464 bonos que se agotaron en menos de dos horas y que solo se podían adquirir por Internet. 68.232 se vendieron en apenas 40 minutos y el resto en 33 minutos. Se esfumaron más rápido que las entradas de un concierto. Me imagino a esas miles de personas que los consiguieron pegadas al móvil y al ordenador compra que te compra. Pagas 14 y te llevas 20. Dinero gratis por igual para todos, sin atender a la realidad social de quienes realmente pueden necesitar esos 6 euros para consumir algo que sí les hace falta. Quizás habría que darle una vuelta a la campaña para hacerla un poco más justa.