Las palabras son importantes, porque detrás de las palabras están las ideas y junto a las ideas, los hechos. Está pasando algo raro. Estamos viviendo un mundo al revés. La ultraderecha nos esta robando las palabras y eso es grave. La Libertad Avanza, el partido de Milei ha salido reforzado en las elecciones en Argentina justo en el momento en que más retrocede la libertad en un país que tanto ha sufrido por no tenerla. Paradoja de la historia. Destruyen aquello que abanderan y en esa destrucción increíblemente van ganado cada vez más votos. ¿Pero qué es la libertad?
Salvando las distancias (geográficas, no tanto ideológicas…) no hay que olvidar como Ayuso ocultó su pésima gestión sanitaria en hospitales y residencias en la covid con la misma táctica. Libertad es lo que prometía Ayuso en plena pandemia. Frente a las restricciones impuestas por el virus, Madrid era la ciudad donde salir a tomarte unas cañas, donde lo que otros prohibían allí se podía hacer. Libertad individual frente a responsabilidad colectiva. Y la lista de palabras y conceptos es más larga. Tras apropiarse de la libertad también se han hecho con el concepto de cambio, otra de las ideas de la izquierda. Prometen cambio cuando lo que quieren es destruir todo lo que se ha conseguido socialmente gracias a que las cosas cambiaron cuando ellos salieron de las instituciones.
Malos tiempos para la libertad de verdad, la que no se puede manosear. Malos tiempos para la justicia social, la que se levanta con principios, la que apuesta por valores. Esa justicia social que garantiza la libertad real para poder elegir y vivir en igualdad de condiciones.