Es una pena que en el siglo XXI en el que nos encontramos sigamos hablando de fascismo entendido como refleja la RAE, como “movimiento político y social de carácter totalitario” o “actitud totalitaria y antidemocrática”, sobre todo en el tema de la jornada escolar.

He leído en redes una noticia que “el Consejo Escolar de Navarra ha aprobado el dictamen del proyecto de orden foral para regular los diferentes tipos de jornada escolar”, estableciendo que todos los centros escolares de punto de salida vuelvan a la jornada partida para el curso 2024-25, y a partir de ahí quien quiera tener jornada escolar continua deberá de realizar “nuevamente” el proyecto para su centro, someterlo a todas las votaciones, claustro, consejo escolar y familias, con porcentajes de aprobación muy elevados, como es el caso de las familias a las que se les exige 3/5 del censo electoral.

Hace unas semanas se publicó otra carta mía donde declaraba que esta mayoría que se exige a las familias, aunque elevada y sin ser lo que todos conocemos como mayoría democrática superior al 50%, no es como todo el mundo entiende.

Ejemplo. Una votación cualquiera 100 electores. Votan 80. Obtener el 60% sería 48 votos a favor. Según esta orden foral y sus porcentajes, en el mismo ejemplo de los 100 electores al menos 61 tendrían que votar que sí. Ahí está la diferencia, 13 votos más exigidos. Esto no es una votación democrática.

Pero aun con la explicación, yo me pregunto ¿qué ha sido de ese 70,77% de todos los centros escolares de Navarra que tenían jornada continua? Ya ratificaron la jornada continua en su momento y en los años posteriores con memorias e informes a favor de las Apymas y claustros de los centros. ¿Para qué sirve tanto trabajo? ¿Para que luego vengan unos kamikazes a los que interesa otro tipo de jornada y tiran por tierra o se llevan por delante el trabajo de 16 años?

¿No creen, señores del Gobierno socialista, en concreto del departamento de Educación y Consejo Escolar de Navarra, que aquello que empezó de manera experimental se tenía que haber quedado consolidado con semejante porcentaje 70,77% de centros, 144? ¿Ustedes en sus votaciones tienen tanta exigencia?

Me gustaría que dieran una explicación convincente a semejante desatino, porque todavía nadie ha dado la cara. No sabemos los argumentos, intuimos intereses ocultos, pero nadie piensa que si tan buena es la jornada partida algunos centros hubieran vuelto a ella porque así se podía hacer. No olvidemos que los centros de jornada continua todos los años han tenido que ratificar su jornada mediante informes favorables de todos los estamentos de la comunidad educativa, familias/APYMA, Claustro y Consejo Escolar.

Una decepción de gobierno socialista que debiera mirar, como su nombre indica, a lo social y no a movimientos e intereses particulares y partidistas como muestra el Consejo Escolar de Navarra con su aprobación, y donde no creo que haya ningún representante de esos 144 centros escolares (Apymas, Claustros) con jornada continua.

*La autora es jefa de estudios y maestra jubilada