pamplona. La marcha del futbolista madrileño parece poco evitable en cuanto a las pautas de interés que maneja el propio jugador, que ha manifestado que quiere participar en la atractiva propuesta deportiva del Villarreal, pero la negociación entre los clubes -que deben haberse iniciado- tendrá que ser satisfactoria para Osasuna, que perdería a un hombre importante y debe recibir algo a cambio en el mismo nivel. La cláusula de rescisión de Camuñas es de tres millones de euros y podría ser negociable siempre que en la plantilla del Villarreal Osasuna encontrara algo de interés -era la situación que se planteaba con Marcano-. El club navarro quiere terminar con este culebrón, pero calibrando la propuesta.

Garrido, entrenador del Villarreal, dijo ayer en el primer entrenamiento del equipo que se quiere cerrar la plantilla en breve. "Si no se va nadie, estaré contento porque tenemos un gran equipo más algún jugador que se pueda sumar. Y en caso de que tenga que salir alguno, se buscarán reemplazantes que den el nivel. A lo largo de este mes ya querremos tener toda la plantilla confeccionada". Todo el mundo tiene prisa ahora.

turno de las presentaciones Como prolegómenos al inicio de la actividad del equipo, Osasuna se mete de lleno en el turno de presentaciones de los últimos jugadores que no han pasado aún por el acto protocolario de vertirse de rojillo. Ha habido un pequeño cambio de planes porque la última contratación, la de Nino, ha engordado la agenda. Hoy se realizará la presentación oficial de Ibrahima Balde, a las 11.00 horas en el Reyno, que se adelanta un día para que ocupe su sitio la de Nino, que será mañana a las 12.00 en el mismo escenario. La puesta de largo del último fichaje de Osasuna será la última de un nuevo antes de la aparición del equipo en Tajonar.

nelson y el ere del betis También debería tocar a su fin la llegada definitiva de Nelson a Osasuna. El Betis iniciará hoy el trabajo de pretemporada y según ha admitido el presidente del club, Miguel Guillén, la plantilla podría verse sometida a un ERE, dadas las actuales dificultades económicas, que no implicaría despidos pero sí la adecuación de los salarios a la reducida disponibilidad pecuniaria. En este escenario, y teniendo en cuenta que Nelson no cuenta en lo deportivo para el entrenador, lo económico no puede suponer en ningún caso una cuestión de apego para el lateral. El caboverdiano llegó a Osasuna perdiendo dinero de su alta ficha y ahora, si quiere jugar la próxima temporada, tendrá que volver a ceder en lo económico.