pamplona - El defensa de Osasuna Iván Márquez, debutante ante el Granada, afirmó ayer que fue un momento que llevaba “esperando toda la vida”.

Márquez, que llegó a Osasuna en verano procedente del Atlético B, dijo que ya había estado a punto de debutar con un equipo de Primera la pasada temporada. “He estado once años en el Málaga. Fiché después por al Atlético de Madrid y la pasada temporada ya estuve a punto de debutar con el primer equipo en un partido contra el Eibar. Al final se recuperaron los centrales y no pudo ser”. El futbolista marbellí es un jugador espigado -mide 1.91 metros- que en Granada demostró carácter y temple, como le gustan los centrales a Caparrós. “En ningún momento pasé nervios. Me sentí bastante cómodo. Los compañeros me han acogido muy bien desde el primer momento y eso me ha ayudado mucho también a dar lo mejor de mí en el partido. Me gusta mandar desde atrás porque en esa posición se ven mejor las jugadas y las situaciones en el campo que otros compañeros”.

El defensa de 22 años reconoce que si sitio es el filial, aunque ha sido uno de los hombres del Promesas reclamado por el nuevo técnico desde su llegada a Pamplona. “Es un gran halago que el míster cuente conmigo mucho”, dijo. “Si tengo otra oportunidad en cualquier momento la aprovecharé. Estaría muy contento de que esta oportunidad llegara en la Liga”.

Márquez lamentó la derrota en Granada, pero tiene muy claro que es marcador (1-0) es perfectamente remontable si se explota la condición de local. “Es una pena el resultado, pero el equipo está mentalizado que lo vamos a sacar adelante. Con el apoyo de la afición, el equipo estará fuerte y sacará la eliminatoria adelante”.

Del primer equipo, dijo que tiene “un gran entrenador, grandes jugadores y de las mejores aficiones que hay”, por lo que se ha mostrado convencido de que “va a dar la vuelta a la situación seguramente muy pronto”. - Efe/J.S.