Pamplona - "Hay que felicitar a Osasuna porque tiene una afición que aprieta muchísimo", dijo Casemiro durante la entrevista televisiva que le hicieron a pie de campo, con El Sadar a rebosar y en pie dedicando cánticos elogiosos a un equipo que acababa de perder 1-4. Al futbolista brasileño le impresionó la escena y también a Enric Gallego, que alucinó con la hinchada del que es su nuevo equipo. "Es espectacular cómo aprieta esta afición, cómo ruge el estadio", explicó, reconociendo que "esto al equipo le da ese plus que todo el mundo necesita". "Estoy muy agradecido porque la grada ha estado de 10", recitó el delantero rojillo.

Pese a que hasta los socios de Osasuna se tuvieron que rascar el bolsillo porque la directiva declaró el choque ante el Real Madrid como medio día de ayuda al club, lo cierto es que El Sadar registró su mejor entrada en lo que va de curso. Según los datos que facilitó la entidad, fueron 17.000 los espectadores que no quisieron perderse un encuentro en el que Osasuna sintió el aliento de su hinchada antes, durante y después de un partido en el que se pudo escuchar un clásico de las visitas del equipo merengue a Pamplona. "Qué miedo me da ser del Madrid y jugar en El Sadar", coreó la afición, aunque el adversario superó estos temores y terminó firmando una goleada tal vez demasiado abultada.

Aunque también se escucharon algunos insultos innecesarios, lo cierto es que el comportamiento de la grada se puede calificar, en líneas generales, de ejemplar. En este sentido fue Sergio Ramos el centro principal de las iras rojillas, pero el central, que pudo ser expulsado, anotó de cabeza el tanto con el que su equipo volteó el marcador (el 1-2) y lo festejó con una desafiante celebración. Fue éste el motivo por el que luego le dedicaron desde la grada sonoras pitadas, más aún cuando el colegiado le enseñó una tarjeta amarilla por derribar a Marc Cardona.

La cuestión es que la afición de Osasuna cumplió con su cometido, el de jalear a su equipo de principio a fin. El punto álgido llegó poco antes de que se cumpliera el primer cuarto de hora de partido, cuando Unai García anotó el gol que puso a los rojillos por delante en el marcador. Pero los decibelios nunca bajaron. Ni con el tanto del empate ni con ninguno de los otros tres tantos que hizo el Real Madrid. Tampoco al finalizar el encuentro. "Es una suerte para nosotros tener a esta gente que nos empuja", resumió el goleador de Osasuna en la tarde de ayer.

LA CIFRA

17.000 espectadores

El Sadar registró ayer su mejor entrada de la presente temporada con, según datos facilitados por el propio club, una afluencia de 17.000 espectadores, cifra que supera los 16.742 del partido de la tercera jornada de Liga contra el Barcelona y que se queda muy cerca del lleno (el estadio tiene ahora mismo capacidad para 17.200 espectadores).

Socios

15.342 de los 15.498 socios que tiene Osasuna esta temporada se hicieron con una entrada para el partido de ayer contra el Real Madrid, lo cual habla bien a las claras de la expectación que levantó la visita del equipo de Zidane.

Detalles

Control de la afición visitante. A los seguidores del Real Madrid que se desplazaron ayer a Pamplona para animar a su equipo desde la grada de El Sadar se les tuvo controlados y protegidos antes, durante y después de un partido que se desarrolló sin incidentes entre aficiones. Como suele ser práctica habitual en enfrentamientos con rivalidades tan enconadas, a los madridistas que accedieron al estadio se les instó desde la megafonía a mantenerse dentro de El Sadar al finalizar el encuentro para que primero salieron del campo los aficionados del conjunto local.

Exmadridistas en El Sadar. Fueron varios los exjugadores madridistas que se dejaron ver por El Sadar, algunos en representación del club (Emilio Butragueño, Roberto Carlos) y otro, como Jorge Valdano, reconvertido en comentarista televisivo.