El acto de presentación de la plantilla para la temporada 1980-81 no solo tenía el simbolismo de encender la mecha de salida en el retorno a Primera división, era también el primer día como rojillo de Javier Castañeda, quien durante los once años siguientes defendería la camiseta del club pamplonés. El defensa, que llegó tras haber jugado cinco cursos con el Castilla, es un futbolista importante en la historia del club: participó en 391 partidos oficiales, solo superado a día de hoy por Puñal (513). "He venido a Osasuna porque es el equipo que más me convenía; además, todos los jugadores que tiene son de la tierra y eso es mejor que cada uno sea de un sitio distinto", dijo Castañeda aquella tarde. Hoy, 40 años después, es un pamplonés más.